Estás tan lejos que ni siquiera te puedo gritar para que me escuches. Aunque ya sabes que jamás fui capaz de gritarte. Hoy he recordado la única vez que me enfadé lo suficiente como para colgarte el teléfono. Y tambien recuerdo que tardé sólo media hora en pedirte perdón. Porque la distancia duele demasiado. Acércate para que pueda susurrarte.
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