sábado, 22 de enero de 2011

Tú sabes que yo puse la barrera, esa que impedía que pasara algo entre tú y yo. Pero no sé como, la derribaste. Entonces yo construia otra, que poco después caía de nuevo a tus pies. Y así, poco a poco, paso a paso, me enamoré. Sabía que no era lo correcto, que aquello no estaba bien, que lo que hacía no era bueno para ninguna de las dos. Y decidí acabar con ello, no por mí, por ti, porque sabía que te iba a hacer daño, porque no estaba haciendo nada bien. Y tú te empeñabas en agarrarte a mí, en no soltarme. Y yo, siempre tan débil aunque me creia fuerte, no fui capaz de soltarte.

Una vez me preguntaste si, si pudiera volver atrás, haría las cosas igual. Ahora sé que no, porque a pesar de que odiaría haberme perdido todos esos momentos que pasé contigo, me odio más a mí misma por haberte hecho pasar lo que has pasado.


¿Te cuento un secreto?
Creo que nunca dejaré de odiarme por eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas al aire