jueves, 5 de mayo de 2016

Hace sólo dos semanas estaba feliz, viviendo con la persona a la que quiero, durmiendo abrazada a él cada noche. Y ahora todo ha cambiado, ya no sé si esa persona es quien era, no sé si puedo confiar en él, no sé si debo seguir con esto.

Todo sería más fácil teniendo pruebas, si sabes que una persona te ha puesto los cuernos , le dejas y punto. Pero yo sólo tengo indicios de que quizá estaba planeando ponérmelos. Pero, ¿quién sabe si de verdad lo habría hecho? Esa es la duda que me corroe por dentro, la que me causa esta ansiedad y hace que me duela el corazón. ¿Tendría que dejarlo? Volver a casa de mi madre con la cabeza gacha y teniéndo que explicar que me equivoqué de tío, que no era tan bueno como yo pensaba, que, al final, todos los tíos son iguales, que no te puedes fiar de nadie y que la vida perfecta con la que todos soñamos, no existe y jamás existirá.

Si esto hubiese pasado hace unos meses, no habría dudas, pero hemos avanzado tanto en tan poco tiempo, que ahora no me veo capaz de retroceder. El amor es eso que te engancha y que te hace tomar decisiones estúpidas, lo que te hace sonreír a esa persona, aunque por dentro sólo tienes ganas de gritar y llorar.

Yo ahora sólo grito en silencio. Pero tengo ganas de hacer mi voz sonar.