lunes, 31 de diciembre de 2012

Se acerca el final...
...y yo sólo puedo temblar.

lunes, 24 de diciembre de 2012

175 casi 180

Las palabras se agolpan en mi garganta, las lágrimas empujan para salir y soy incapaz de aguantarte la mirada. Mientras, tú me cuentas que dentro de 8 días todo puede cambiar, que a los que mandan no les preocupas tú, ni yo, y mucho menos nosotros. Te irás, te mandan a otro sitio, qué más da a dónde, no estarás aquí. Y yo tengo que apoyarte, porque hay oportunidades que sólo se presentan una vez en la vida, y a mí sí que me importas tú, mucho más que yo. Después me dices que hay una pequeña esperanza de que te quedes, pero es tan pequeña que casi la has rechazado por completo. Me faltó tiempo para agarrarme a ella, para creer que todo puede cambiar, que las decisiones que se toman un día, pueden cambiar al siguiente. Y me quedan 8 días para creer en los milagros, que para algo es Navidad, y yo sólo he pedido una cosa.
No gires,
quédate conmigo

viernes, 21 de diciembre de 2012

No sé tú, pero yo no me conformo fácil.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Yo sólo quiero que me lleves a ver las estrellas, que no haga falta la magia para que se cumplan mis deseos. Que si un asteroide chocara contra la tierra, nos pillara tan juntos que nuestros huesos se fundieran por culpa del calor. Pero sólo tengo esta distancia extraña que se estira y encoge sin llegar nunca a romperse. Porque yo soy esa niña que se te coló dentro sin que te dieras cuenta, y ahora no quieres aceptarlo. Te mantienes en zona segura, porque el miedo a caer te impide reconocer que ya has caído.
Hay días que acaban con las dudas,
para bien o para mal.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Que un te echo de menos es fácil de decir, difícil de creer y jodido de sentir.
Te alejas de mí un poquito más cada día y yo finjo que no me doy cuenta. Pero lo noto, en tus palabras, en tus gestos... en lo que no dices, en lo que no haces. Te creí cuando prometiste que nada iba a cambiar, y ahora, me arrepiento de haber hablado, de haberte dicho todo eso que no estabas preparado para escuchar. Y qué si no eres para mí, qué más da lo que piensen los demás, qué importa todo eso que ya forma parte del pasado. Soy capaz de oír tu mente a pesar de la distancia que nos separa, y no me gusta lo que escucho. 
Desearía estar sorda, ciega, no darme cuenta de las cosas... a veces es más sencillo así.

Pero no,
te escucho decir lo que no piensas,
te veo alejarte, 
me doy cuenta de que ya no estás aquí.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Descubrí que lo importante no es cómo empieza el día, sino cómo acaba. Que a veces, cuando crees que te han quitado toda esperanza, resulta que no, que sigue ahí, escapándose por miles de rendijas que me iluminan el camino que creí que no podría volver a recorrer. De vez en cuando el esfuerzo es recompensado, y tú, que crees que está todo perdido, que pisoteas mis ilusiones, sin darte cuenta, vuelves a donde lo dejamos, y desde ahí, las reconstruyes de nuevo. Y me mandas a la cama con una sonrisa que creía imposible por la mañana, una sonrisa que me recuerda que si quiero, puedo.
Especial y caprichosa.

martes, 11 de diciembre de 2012

Me dices que no lo tienes claro, y, mientras te alejas, yo dejo la puerta abierta por si decides regresar.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Abrazos que lo dicen todo...
... cuando las palabras dan miedo.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Nunca sabrás todo lo que esta mirada te dice, no captarás los miles de matices que se escapan de mi mente a través de mis ojos. Esta es la única forma de decirte todo lo que no puedo expresar en voz alta, por culpa de este miedo que me grita que tú no lo quieres escuchar. Quizá llegue un día, en que tus ojos hablen el mismo idioma que los míos, y tenga que aprender a ocultar eso también. Por ahora, sólo tengo que preocuparme de estas sonrisas, que se me escapan al aire, y que tienes a bien recoger.
Rezo 
porque no se pierdan.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Lo que más me gusta al despertar es contarte cada uno de mis sueños.