sábado, 30 de junio de 2012

La derrota llegó en cuanto me creí que era yo la que controlaba la partida.

viernes, 29 de junio de 2012

Lo mejor que puede pasar esta noche es que me despiertes y mejores mis sueños.

Ahí están mis ganas de llorar, detrás de ti, esperando.

Un día escribiré esa carta, se perderá entre miles de facturas y nunca sabrás todo lo que quise decir.

Cada noche imaginaba historias que no iban a pasar y lugares mejores en los que estar.

jueves, 28 de junio de 2012

Y aunque no quiera... lo echo de menos.
Acortemos los días

martes, 26 de junio de 2012

Es curioso que la única persona a la que estoy segura que quise de verdad es la que piensa que nunca lo hice. Me he dado cuenta de que vienes a mi mente muchas más veces de las que me gustaría reconocer, y aunque ya no pienso en ti de esa manera, sí que me gustaría que todo hubiera acabado mejor. Puede que así pudiéramos hablar de vez en cuando, apoyarme en ti en semanas asquerosas como esta, igual que hacía antes. Sé que no es posible, porque aunque me dirigieras la palabra, ya no sería como antes. Tú habrás cambiado, igual que lo he hecho yo. Todo lo que recuerdo ya no existe, y creo que, si intentáramos recuperarlo, sólo conseguiríamos estropearlo más.

Son divagaciones
lo sé.
Sé que no hay que revolcarse en las cosas que han salido mal
y aún así, aquí estoy.
Te agarras a un objeto como si tuviera parte de ti, de tu vida. No solo porque fue algo que quisiste con todas tus ganas, sino porque llego a ti de manos de alguien a quien querías, que se esforzó por darte lo que deseabas. Llegó en medio de una historia, y dadas las circunstancias, se convirtió en parte central de ella. Y ahora, en desuso y muy machacado por el paso del tiempo, te resistes a dejarlo marchar, porque es un pedazo de algo, de alguien.

Siempre queda algo,
aunque ya no estés tú.
A veces eres más niño que yo y quieres demostrarme que sabes más de la vida. Ya me he cansado de quedarme callada, de ser la adulta que evita las discusiones estúpidas. Así que ahora te aguantas, te callas la boca tú y me escuchas.

Y guárdate las tonterías para otra.

domingo, 24 de junio de 2012

La noches se tuercen tan rápido que casi no te das cuenta. Un pequeño detalle se tuerce y todo sale mal. No sé lo que esperaba de esta noche, pero desde luego no es esto. En cuestión de opiniones no hay nada escrito, pero todos queremos quedar por encima. Tú me has fallado, y yo he fallado a quien (puede) no lo merecía.

Las cosas nunca salen como yo quiero.

viernes, 22 de junio de 2012

Tengo que agradecerte a ti el ser capaz de decir "no" cuando quiero decir "sí".

jueves, 21 de junio de 2012

Una canción puede trasladarte a un tiempo en el que todo era diferente, a una persona en la que ya nunca piensas. A todos esos errores que, como buena principiante cometiste. A todas las cosas que quisiste cambiar entonces, pero que siguen exactamente igual, y a esas pequeñas cosas que conseguiste mejorar. A la prisa con que pasan las horas y lo rápido que se detienen los momentos. A las sonrisas, las tristes y las de verdad. A las lágrimas, incontrolables. A todo lo que hubo, y lo que faltó. A ese punto en el que cometiste un error cuando pensabas que aquello no llegaría a nada. A ese momento en el que te diste cuenta de que ya no había solución, ni vuelta atrás. A ese "creo que te quiero". A ese todo. A esa nada.



Busca una razón para quedarte.

Me he vuelto débil, asocial y perseguida por el pasado. 
Aún no he decidido el nivel de debilidad.
La asocialidad me la curó cierta personita del sur, y me la ha devuelto alguien del norte.
Y el pasado... por desgracia se quedó allí.


jueves, 14 de junio de 2012

A veces tienes un despiste y empiezas a pensar que cierta persona ha podido descubrir que tienes un blog, en el que has dicho todo lo que piensas de la situación y, más concretamente, de él. Así que, para que no queden dudas, voy a aprovechar para reafirmarme en todo lo que he dicho hasta ahora.

"Has sido adorable, cuando has querido, y un cabrón, la mayor parte del tiempo."

Con cariño y aprecio,
ya sabes.

sábado, 9 de junio de 2012

Tú diciendo tantas cosas que no piensas. Yo pensando tantas cosas que no digo.
Quería convertirse en la reina de hielo para no sufrir. Congelar su corazón y ser capaz de decirte que no. Tener en cuenta sólo las cosas malas porque las buenas ya las ha encerrado en el último cajón del congelador, con todas esas cosas que nunca usa pero que guarda por si acaso. Ver las cosas con perspectiva, olvidarse del "puede" y pensar sólo en lo que es. Que no le duela ese vacío que la invade, que no le duelas tú.

Nunca más.
Espero.

viernes, 8 de junio de 2012

Cuando sabes que ha llegado el fin sólo necesitas encontrar el valor para dejar que acabe.

Me gustan las cosas claras, pero contigo sólo hay dudas. Ni se lo que quieres ni sé si lo quiero, pero simplemente sucede. Me escondo en las noches y me invento los motivos, los días se hacen largos; las dudas,  infinitas. Me arrastras contigo, me llevas a dónde quieres, me vuelvo pequeña, a tus órdenes siempre, esperando que esos cuentos con los que sueño se vuelvan realidad.



Me siento sola, contigo.


lunes, 4 de junio de 2012

Hoy le he hecho el primer rayón al coche (yuhu). Lo que me ha hecho sentirme peor ha sido que podría haberlo evitado perfectamente, pero he pecado de exceso de confianza (lo que me resulta realmente raro). Así que me he enfadado conmigo misma y me he pasado toda la tarde dándole vueltas al tema. Probablemente no vuelva a cometer ese error y aún así no puedo sacármelo de la cabeza. Y todo esto no es nada bueno teniendo en cuenta que mañana tengo dos exámenes y soy completamente incapaz de concentrarme.

Así es como un buen y productivo día se ha ido a la mierda, dejándome claras dos cosas:
1. Que vengan a intentar consolarme cuando estoy agobiada es muy muy mala idea.
2. Por mucho que odies a alguien, puedes necesitarle.

domingo, 3 de junio de 2012

Alcohol.Parece que entre copa y copa te acuerdas de mí. Borracho sacas la mejor versión de ti, incluso consigues que me olvide de lo mucho que te odio. Porque recuerdas cosas, mil cosas que significan mucho, todas esas cosas que yo no consigo olvidar y que hacen que siga aquí, y me haces pensar que quizá si te importe, aunque sea un poco. Pero luego llega la resaca y todo sigue igual. Recojo mi ropa avergonzada mientras tú me miras desde la cama. Se están convirtiendo en costumbre las recaídas y cada vez cuesta más volver a levantarse.

Ya no quedan besos de despedida en la puerta.