domingo, 29 de octubre de 2017

Por qué yo te quiero tanto si tú me quieres tan mal.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Tú  sigue dejando que me vaya, sin un atisbo de pena, sin un te echo de menos, sin un qué ganas de que vuelvas y... puede que un día se me acaben las ganas de volver.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Nadie debería emborracharse tanto

Nadie debe tomarse en serio una petición de matrimonio después de la barra libre en una boda. Pero la estupidez humana, o al menos la mía, llega a niveles insospechados. Cuando la persona a la que quieres te dice que todo lo que va a hacer a partir de ahora será para hacerte feliz, es difícil evitar que se te cuele un poquito dentro y que, de hecho, en ese momento te haga muy feliz.
Cuando esa persona que siempre te dice que jamás se casará, se te acerca, te coge las manos y te dice que no mañana, quizá no dentro de un año, pero que en cuanto sea posible quiere verte vestida de blanco y feliz, se te mete un poquito dentro y, de hecho, te hace un poquito feliz.
Pero luego llega la mañana siguiente y todo eso se ha borrado de la mente de una de las dos personas que vivieron ese momento y así, todo lo que se me quedó dentro, me duele un poquito más a cada segundo.

sábado, 21 de enero de 2017

Hace tiempo que noto que llevo un puñal clavado en el pecho y, de vez en cuando, me lo clavas un poquito más. Lo peor de todo es que ya no lloro, que después de ese segundo de intenso dolor, lo guardo en el cajón al que he puesto tu nombre y lo dejo pasar.

Cada día tengo más claro que esto tiene un fin, que no estamos hechos para ser felices y comer perdices por siempre jamás. Cuando piensas en tu futuro no te importa si yo estoy allí o no. No quieres lo que yo quiero. Ya ni siquiera estoy segura de que me quieras a mí. Esa sensación de que te da igual yo que otra cada vez se hace más grande. Y yo finjo que no duele.

Y yo, que lo he dejado todo por ti, que me he mudado a otra ciudad, que he abandonado a toda mi gente, solo por estar a tu lado. Me doy cuenta de que no lo pensé bien. Tuve en cuenta mis sentimientos, lo que yo quería, el futuro que yo soñaba contigo. Pero no tuve en cuenta los tuyos, no caí en la cuenta de que las señales estaban ahí, de que mil veces me has dejado claro que tu futuro es tuyo y que no lo vas a amoldar a mí.

Ahora solo queda saber cuándo. Si dentro de 1 año o dentro de un mes. Y aprovechar el tiempo que me quede contigo.