He decidido que quiero que sigas mintiéndome, y yo seguiré fingiendo que me lo creo. Porque sí, porque quizá esas mentiras se conviertan en realidad, o tal vez no, pero mientras tanto disfrutaré el momento. Tal vez el pasado resulte difícil de olvidar, para los dos, todo hay que decirlo, pero podemos seguir construyendo este presente, juntos. Y cuando llegue el futuro, ya nos enfrentaremos a él. Que no se diga que no fuimos valientes, que no se diga que lo dejamos morir antes de que llegara a nacer, que no se diga que la vida no está para vivirla. Y, aunque a mi conciencia le pese, pretendo vivir este ratito, dure lo que dure, feliz y contigo.

Como cada noche, te espero...

... sin saber si esta vez vendrás.

Yo sigo adelante, porque ya me eché atrás muchas veces antes. 

Es curioso que cuando dejas de estar cegada por una persona, todos sus defectos salen a la luz. El amor nos ciega de tal manera que somos capaces de no ver todos esos detalles que, con el paso del tiempo,se vuelven imposibles de ignorar. Y ya no sé si soy yo, que quiero creer que ya lo he superado, o tú, que te das cuenta de que me vas perdiendo y me vas a echar de menos, pero esto ya no funciona. El "seamos amigos" se ha convertido en discusiones estúpidas porque yo no te entiendo y tú no me quieres entender, porque siempre creíste que eras el más listo de los dos, aunque yo ahora empiezo a dudarlo. Desearía poder tenerte en mi vida sin que me agujerees el corazón con tus dardos envenenados. Porque el amor se perdió por el camino, pero mi cariño es tuyo para siempre.

Si las horas pasan tan rápido que ya nunca llegas a casa a una hora decente. Si estar tumbada en un coche te resulta mucho más cómodo que tumbarte en la cama, sólo porque ya no estás con él. Si despedirte te cuesta cada día un poco más. Si el 80% de tus sonrisas son culpa suya. Si con sólo rozarte te estremeces. Si es capaz de hacerte sentir en paz sólo con mirarte. Si todo eso está ahí... qué importa lo demás.

La perfección no existe,

yo he decidido que no importa.

Ni te fíes ni te dejes de fiar...

...sólo cierra los ojos y disfruta.

Y al final, con un "esta cama es muy grande, me faltas tú aquí", se soluciona todo.

La inmediatez del Whatsapp va a acabar con mi salud mental. La última hora de conexión fue creada para llenar de gente los psiquiátricos. Hoy en día puedes saber exactamente lo que una persona está haciendo, ya sea gracias a Twitter, Facebook o, si es un buen hipster, Instagram. Y, claro, si sabes que está en su casa, jugando al Candy Crush, te preguntas por qué narices no está hablando contigo. Porque serán las dos de la mañana, pero sabes que está despierto. Y entras al Whatsapp continuamente para que él sepa que tú estás despierta y, además, aprovechar para ver si habla con alguien más. O cuelgas en Facebook una canción que CLARAMENTE es una indirecta que él debería pillar, y no entiendes por qué no le da a me gusta. O subes una foto a Instagram, con tu cara más adorable y la titulas con un "Wish you were here". Sin olvidarnos del tweet de turno en el que él debería entender PERFECTAMENTE que quieres que te hable. Y si, después de todo esto, sigue sin hablarte, no ves otra opción que no sea que se ha cansado de ti. Porque no te paras a pensar que son las dos de la mañana y el chico se ha echado una partidita en el FB antes de irse a dormir, o que, sabe que estás de exámenes y quiere dejarte estudiar tranquila, o mejor aún, que está esperando a que le hables tú.

Total, que te pasas la noche enfadada con el mundo hasta que, a la mañana siguiente, a los cinco minutos de tu primera incursión al Whatsapp, y como si él hubiera estado esperando a que la última hora de conexión le dijera que ya estabas despierta, recibes unos buenos días que te sacan una sonrisa (eso sí, nada de princesa, todo un drama), que te dura hasta las dos de la mañana de la noche siguiente.

El truco está en no enamorarse.

No sé muy bien si es que espero mucho de la gente o que todo el mundo da menos de lo que debería. Si yo voy con la sinceridad por delante, si yo no finjo cosas que en realidad no existen, ni oculto otras que están ahí, ¿por qué todos parecen tener algo que esconder? Desearía que todo fuera tan sencillo como sentarte a tomar una cerveza con alguien, y saber que esa persona no te va a fallar nunca. Por desgracia, eso cada vez pasa menos a menudo y no parece que vaya a cambiar. Me he vuelto una desconfiada y no se si es culpa mía o del resto. Nunca había deseado tanto equivocarme, pero, por suerte o por desgracia, mi madre me dio un cerebro y no hay manera de desconectarle. Así que aquí seguiré, observando, pensando, decepcionandome y soñando con que algún día cambiará.

Es increíble la cantidad de información que puedes encontrar en internet, y descubrir cómo tus dudas se confirman una a una. A veces desearía vivir en una época sin tecnología, donde las cosas fueran sencillas, donde sólo supieras lo que otros te quieren contar, donde vivir en una dulce mentira estaba permitido. Porque con dejarlo pasar y fingir que no me importa, no basta. Quiero el desconocimiento absoluto, quiero la libertad de sentir sin tener que pensar, quiero no tener que coger aire antes de saltar, quiero algo simple, fácil y que me lleve a donde me quiera llevar.

"Lo que más me gusta de ti es la cara de pena que pones cada vez que me voy."

Es muy pronto para decir nada, pero cuando llevas mucho tiempo sin que nada pase y llega alguien que te hace reír y disfrutar, cuesta bastante refrenar la ilusión. Así que, a pesar de que me niego a dejar que se me vaya la cabeza, pero, por qué no, he decidido dar la bienvenida a mis desvaríos mentales al motorista fantasma. Como todos los tíos de mi vida, tiene sus rarezas, pero ésta vez son tan parecidas a las mías que sé cómo controlarlas. Eso sí, me está tocando sacar a mí toda la valentía que he ido consiguiendo en los últimos años, y espabilar, que la vida son dos días y a las alegrías hay que recibirlas con los abiertos...

... y por una vez no pensar en las consecuencias.

A mí los reyes me han traído aires de cambio montados en una Harley.
De ilusión también se vive.
Los cambios son buenos.
O eso espero.

¿Sabéis eso que dicen de que a los hombres les gustan las chicas difíciles? Pues no hay como tener la cabeza en mil cosas y dejar de perseguir acosar estar muy pendiente de alguien, para que ese alguien empiece a estar pendiente de ti. El problema es que estos cambios de humor cansan mucho y yo no estoy para ponerle interés a nada, así que la táctica no es tal cosa, porque no pretendo conseguir un fin.
Los tíos deberían aprender a reconocer lo que quieren antes de echarlo a perder.