jueves, 29 de diciembre de 2011

- Me rindo. Cada vez que conozco a alguien que me gusta de verdad pasa algo que lo estropea todo.
- Eso es porque siempre te buscas a tíos raros.
- Te recuerdo que tú eres uno de esos tíos raros...
- No, de todos los tíos con los que te has juntado, yo era el único normal. De hecho tengo una teoría, te buscas relaciones que sabes que no van a funcionar para poder estar conmigo.
- Sí, me encanta esta relación tan autodestructiva que tenemos.
- Será autodestructiva, pero es la mejor relación que he tenido hasta ahora.
- ¿Qué opina la rubia de turno de eso que acabas de decir?
- Esta vez es morena, y su opinión sobre este tema importa bastante poco.
- ¿Y qué es lo que importa?
-  Que entre tú y yo siempre habrá algo. Que no importa la cantidad de raritos a los que te juntes, en mi cama siempre habrá sitio para ti. Lo nuestro ya no puede estar más estropeado, y aún así, seguimos aquí.
- Hasta que alguno de los dos tenga valor para marcharse...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Enfadarte con una persona.
Que esa persona pase completamente de tu enfado.
Enfadarte aún más con esa persona por ese motivo.
Enfadarte contigo misma por enfadarte con alguien al que le da igual.
Enfadarte aún más contigo misma por enfadarte porque le de igual.

Y ese es mi estado de humor actualmente...

lunes, 26 de diciembre de 2011

Era una tarde tonta, en ese bar de siempre, con la gente de siempre, las risas de siempre. Y como suele pasar en estos casos, aparece el de siempre. Se sienta en la misma mesa y se une al coro de risas. Y es entonces cuando ella alza su escudo y empieza a fingir, a fingir que no se muere de ganas de abrazarle, que no le odia por estar ahí, como si todo aquello no hubiera existido, que no le odia cuando él le lanza esas miradas que la derriten por dentro, cuando la abraza, cuando se ríen juntos, cuando le da besos en el cuello...
... cuando esos besos se le escapan de las manos.
Me he cansado de fingir que me quieres.

sábado, 24 de diciembre de 2011

No tengo suficiente con cargarme mis relaciones que también lo hago con las de los demás.

Bien por mí...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Paso cada día por aquél parque al que siempre me llevabas, y no puedo evitar buscarte con la mirada entre todos esos bancos, preguntándome si llegará el día en que te vea allí sentado, con otra. Porque ya no soy yo con la que paseas agarrado de la cintura.

Ese parque me trae buenos momentos, y malos. Recuerdo aquél día que tuvimos que salir corriendo para poder apagar nuestro calor, pero también recuerdo aquél día en el que la que salió corriendo fui yo, aquél último día.

Algún día dejaré de buscarte.

martes, 20 de diciembre de 2011

Tú, que vas de chico de duro, de ese al que le da igual todo, que a veces te crees superior y te vuelves un poquillo gilipollas. De repente un día te cruzas con alguien del pasado, y sonríes a través de la lluvia, la ofreces un hueco bajo tu paraguas y durante unos minutos habláis de todo y de nada, porque ha pasado mucho tiempo, pero todo sigue ahí. Tú, que con tan poca cosa, me has alegrado el día.

Va a ser que lo nuestro es el frío.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Echo de menos no sentir un vuelco en el estómago cada vez que sé algo de él.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Era diferente, eso es todo lo que puedo decir. Lo que sentí por ti fue diferente a todo lo que había sentido hasta entonces y a todo lo que sentí después de que te fueras. Me enamoré hasta del último rincón de tu personalidad, incluso de tu odiosa capacidad de saber cuando necesitaba que estuvieras aquí. Pero no era suficiente... y cuando lo supe ya era tarde.


Y yo seguiré aquí a tu lado
a pesar de lo raro que sea nuestro amor...
Lo echaba de menos, meterme bajo las mantas, poner una canción y empezar a escribir, sin nada en la cabeza, simplemente por ver lo que sale. Puedo tacharlo de mi lista de cosas que echo de menos, que es tristemente larga.

Hablar con alguien durante horas, y que nunca sea suficiente.
No tener que madrugar.
Mirar a alguien y que me entren unas ganas locas de lanzarle mi sonrisa.
Caminar de la mano de cierta persona.
Despertar sabiendo que va a ser un gran día.
No querer irme a dormir, por no alejarme de él.
Dormir, sólo dormir, en una cama en concreto.
Coger el teléfono con ilusión.
Tumbarme en el sofá sabiendo que no tengo que hacer nada.
Sentir orgullo al hacer algo bien.
No tener que planificar las cosas, simplemente hacerlas.
Escuchar tu voz. La tuya.
Escribir algo que merezca la pena leer.
Echar de menos a alguien, pero sabiendo que volveré a estar junto a esa persona.
Que el tiempo se me haga lento. Y que pase rápido.
Leer un libro del tirón.
Descubrir música que parece hecha para mí.
Conocer a una persona y saber al instante que no quiero que se marche de mi vida.
Que mis sueños sean menos increíbles que mi realidad.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Habrá que luchar contra las ganas de no salir de casa en una semana, no? O por lo menos echarle la culpa al frío.
Camina golpeando las piedras que descansan sobre la acera mojada después de la lluvia. Apaga su tercer cigarro manchado con carmín rojo, aplastándolo con sus tacones ya desgastados, porque con uno no había sido suficiente. La calle está vacía a estas horas de la noche y sólo se oyen sus pisadas interrumpidas por los escasos coches que pasan, salpicando las calles a su paso. Ella lleva la melena empapada y tiembla de frío, cuando echó a correr no pensó en ello, y ahora sigue sin hacerlo. Porque en su cabeza sólo hay espacio para él, para la última mirada que compartieron mientras aquél "es mejor que lo dejemos" salía de sus labios. Y ella, siempre con su dignidad a cuestas, puso su mejor cara y tras soltar un par de palabras, todo lo que podía decir sin echarse a llorar, se dio la vuelta y puso rumbo a ninguna parte, luchando contra las ganas de volver.

Ojalá fuera una historia de nadie.

No quiero pensar en ti sólo porque ahora mismo necesito a alguien, no quiero que tú seas la primera persona de mi lista cuando no estoy bien. Porque ya no estás aquí, y echarte de menos no mejora estos momentos.

Algún día dejaré de sentirme sola, pero ese día no es hoy. Y si esto es lo que queda después de ti... habría que ver si mereció la pena. Ahora pienso que me enamoré de algo que en realidad no existía, pero también puede ser que mi cabeza intente racionalizar por qué no salió bien.

Quien sabe... yo nunca tengo razón por mucho que lo intente.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

No sé cómo, hoy he sido capaz de ponerme de mal humor a mí misma en lo que dura el trayecto de autobús. Pensar demasiado nunca es bueno, pero siempre se me olvida. Algún día seré capaz de dejar de hacerme daño a mí misma, no recordar todas esas cosas que he hecho mal (que son muchas) maldiciéndome por no haber hecho que todo fuera diferente. Querría no tener esta imaginación que consigue crear un mundo paralelo en el que todo salió bien. Pero a la hora de abrir los ojos no hay nadie esperándome a la salida de la universidad, ni nadie que me coja la mano mientras caminamos, ni nadie con quien hablar 24 horas al día sintiendo que no son suficientes. Al abrir los ojos sólo estoy yo, acompañada de mis errores y mi mal humor.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Calcular milimétricamente mi horario para cruzarme contigo durante 10 ó 15 segundos. Para verte, porque tú, siempre tan despistado, no te das cuenta de que estoy allí, esperando a que gires la cabeza y me veas, en la acera de enfrente, esperando tu mirada.

Momentos que te hacen darte cuenta
de que no está olvidado.

domingo, 27 de noviembre de 2011

He de aprender a disfrazarme. Disfrazarme de esa persona a la que no le importa cruzarse contigo por la calle en esta ciudad que cada día parece más jodidamente pequeña. De esa que no necesita buscarle una explicación a que cierta chica esté contigo, porque ya no le importa. De esa que en vez de fingir que no te ha visto y sigue caminando, se para y con su mejor sonrisa te pregunta por tu vida. De esa a la que no le importan las respuestas. De esa a la que no le cuesta decir tu nombre en voz alta. De esa.


Verte sigue provocando que mi corazón se descontrole.
Y me odio por eso.

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Qué tal te va la vida? ¿Sigues tan bien como siempre? Sí, sí, ya sé, ha pasado mucho tiempo, ni tú eres tú ni yo soy yo. Sé que nos hemos convertido en dos personas que ya no se conocen. Y es justo por eso que me pregunto si seguirás tomando tanto café como antes. Si aún te desquicias cuando las cosas no te salen bien, si sigues llegando tarde, pero siempre con tus tacones. Espero que sigas escribiendo, se te daba bien. Y espero que hayas dejado la negatividad a un lado, no te hace falta. Que tu sonrisa siga siendo tan especial como cuando sonreías por mi culpa. Y tu gata, con sus maullidos escandalosos. Tu hermano ganándote a la Wii. Y el piano. Ojalá hayas vuelto a tocar el piano. Espero que lo de tus mareos no haya ido a peor. Y que las clases te estén yendo bien. Que todo te esté yendo bien en general.

Suerte con todo.
Con TODO.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Van paseando por la playa, agarrados de la mano, en silencio. El mar suena de fondo pero ellos ya no lo oyen, porque sus pensamientos ahogan cualquier sonido. Y se miran, ella sonríe y él la imita. Ambos saben que son sonrisas vacías, pero se esfuerzan por mantenerlas. La costumbre les ha absorbido, los días pasan, las semanas, los meses. Y ellos siguen adelante, se quieren, pero sienten que no es suficiente. Falta algo. Ninguno sabe lo que es. Los dos se sienten solos, incompletos. No saben que el otro siente lo mismo. Siguen siendo esa pareja perfecta que todo el mundo quiere imitar, excepto ellos mismos.
- El mar está precioso, dan ganas de bañarse.
La sonrisa de ella se vuelve viva, y con esa valentía que la caracteriza empieza a quitarse la ropa, ante la atónita mirada del que tantas veces la había desnudado. Y entre risas y temblores se sumerge bajo las olas. Desde la orilla él se despoja de su ropa mientras piensa que es una locura. Una de esas locuras que hicieron que se enamorara. Se encuentran en medio del mar y entre risas y juegos húmedos ambos sienten una chispa de esperanza.


Renovarse o morir, ¿no?
Pues eso.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Y a pesar de todo, siempre consigues sacarme una sonrisa.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Eres mi sol de invierno. Me asomo a la ventana y veo que estás ahí, pero sé que no debo olvidarme el abrigo en casa, porque eres un sol frío, que no consigue colarse dentro de mí para infundirme calor. Pero sigues siendo mi sol.
Son ganas de querer seguir llorando, te busco aunque sé que en realidad, ya no estás. Que no eres tú, o que no eres mi "tú". No eramos el uno para el otro, no estábamos hechos para esto. Y al parecer nos sienta bien pelear, es lo nuestro. Así empezó todo y así tiene que acabar. Que sí, que las peleas del principio eran "nuestras cosas" y ahora sólo son cosas. Todo ha cambiado, y yo vuelvo a pasar frío, sin ti.


Al final conseguiste que escuchara Love of Lesbian
Siéntete orgulloso.
Convénceme de que merece la pena.
Te has ido, pero el viento de mis pensamientos se empeña en que me vaya contigo. Por más que lo intento, toda la rabia que llevo dentro no se quiere marchar. Rabia de saber que volví a caer, rabia de saber que fui tonta, no una, ni dos, sino tres veces. Me volviste tonta, con tu forma de ser, tu forma de entrar hasta el fondo desde el primer abrazo. Contigo las palabras no eran suficiente, fíjate en la ironía, al final palabras era lo que faltaban. Aprendimos a mezclar nuestros cuerpos y nos olvidamos de lo demás. Me dejaste a medias, con el corazón colgando y ganas de cambiar el guión. Causaste estrépito al llegar, y cómo no, quisiste causarlo al marcharte. Lo conseguiste.


No quiero ser la que te recuerda antes de acostase...
Pero lo soy.


martes, 15 de noviembre de 2011

Ya no sé escribir cosas decentes, he perdido toda la inspiración. Porque empiece por donde empiece, todo me lleva a ti. Las letras del abecedario sólo saben formar tu nombre, las canciones me llevan por extraños caminos. Tú eres Roma.

De entre tantas opciones, tuvo que elegirte a ti.
Si eso no es ir a joder, no sé que es.
Miles de personas en el mundo, y acabas siendo tú. Siempre tú.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Ya lo he dicho, pero hoy me reafirmo. Soy de esa clase de personas que tiran del hilo sabiendo que pueden acabar descosiéndolo del todo. De esas que descubren algo, y aún sabiendo que van a pasar un mal rato, se pasan hora y media leyendo y leyendo y leyendo. Y después de esta última hora y media, creo que estoy jodida, aún sigues mucho más dentro de lo que creía.

Odio los domingos, odio internet
y te odio a ti me odio a mí.
- Siempre vuelves.
- Nunca me fui del todo.
Envidia sana, pero envidia al fin y al cabo.
Sigues lanzando miradas a lo que pudo ser, yo hago ver que no quiero mirar.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Nunca entenderé cómo la gente cambia de opinión con tanta facilidad. Será que yo soy una cabezota y cuando pienso algo ya no hay quien me lo saque de la cabeza. Todo eso de hoy te quiero, mañana no, pero dame una semana y te querré otra vez... no va conmigo. Yo no voy contigo. Si es que somos diferentes hasta en eso.

Lo malo es que yo te quiero hoy y mañana...
Y por desgracia, la semana que viene también.
Esta ciudad es demasiado pequeña, me ha obligado a soltar mi sonrisa más falsa al aire. Hacerte ver que no me importa(s), que sigo siendo capaz de reír aunque tú estés allí, aunque sienta tu mirada golpeándome y helándome por dentro, esperando ese momento en el que mi cabeza se despista y otra parte de mí toma las riendas de mi cuerpo. Y te miro, y el frío se vuelve calor y la sonrisa se vuelve triste. Tu cerveza y tú os acercáis a mí, toca tiempo muerto. Empieza una de esas conversación irreales, llena de cosas que no se dicen, vacía de realidad. Utilizas tus trucos, esos con los que siempre ganabas, pero has olvidado algo, ya no quiero seguir jugando.

viernes, 11 de noviembre de 2011

*Bip**Bip* Te echo de menos...
R: Creo que te has equivocado de número.
*Bip**Bip* No, te echo de menos a ti.
R: En ese caso... Creo que eres bipolar.

La historia de cómo mantener la dignidad

Y no llorar en el intento.

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Es raro que a estas alturas sigas apareciendo en mis sueños?

Tan guapa como siempre...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

No sé cómo se me ha ocurrido pensar que eres capaz de fingir que al menos te importo un poco. Algún día entenderás que cuando te cuento algo es para compartirlo contigo, no para que te inventes excusas sobre un dinero que yo no te he pedido. Guárdatelo para ti, como todo lo demás. Ya he aprendido a vivir sin ello. Ya he aprendido a vivir sin ti.

Gracias papá

yo también te quiero...

martes, 8 de noviembre de 2011

Te haré una última promesa de esas que sabes que me empeño en cumplir. Esta es la última vez que me duele. Porque si tú te empeñas en sacar cada pequeño pedacito de mí fuera de tu vida, yo no te quiero dentro de mi cabeza.


Te prometí que, cuando todo terminara, no te odiaría.

Me lo estás poniendo difícil.

domingo, 6 de noviembre de 2011

He pasado tanto tiempo escondiéndome de ti, que no me he dado cuenta de que, en algún momento, dejaste de buscarme.
Dos desconocidos se cruzan en un bar, ella le sonríe, él se sonroja y baja la mirada con timidez. Ambos siguen su camino, pero un poquito más felices, porque ese simple gesto les ha hecho sentir algo, lo que sea, un pequeño instante que te cambia el día.

La semana siguiente vuelven a cruzarse en el mismo bar, vuelven las sonrisas, las mejillas coloradas y más sonrisas. Y sonrisa a sonrisa, instante a instante, ya no sólo ha cambiado su día, también ha cambiado su vida.


Historias de nadie
que me saben a ti

sábado, 5 de noviembre de 2011

No se trata de ganar o perder, se trata de intentarlo. Siempre lo intento, pero me quedo a medias. Me falta la valentía. Repaso esa tarde una y otra vez, dándome cuenta de todo lo que hice mal, de todo lo que podía haber hecho. Me faltó valentía y me sobró orgullo. Porque tú no te lo mereces, pero te echo de menos. Desearía que ahora, y en todo momento, estuvieras aquí. Pero no luché, no cambié las cosas, dejé que el mundo siguiera girando como le daba la gana, y me quedé sin poder dormir acurrucada a tu lado.


Ya no sé entrar en un cajero sin recordar tus arrebatos de lujuria
esos que yo no quería impedir.

martes, 1 de noviembre de 2011

Un jueves más, Adrián espera en el autobús, atestado de gente, de pie junto a la puerta de salida, esperanzado. Entre sus manos llevaba el libro que semanas antes había captado la atención de "su Alicia". Observó como ella aplastaba el cigarro con rabia contra el muro, hoy no tenía un buen día. Al verla abriéndose paso entre el gentío se fijó en su mirada perdida y entristecido pensó que quizá esta vez sus miradas no se cruzarían. Pero como si ella fuera capaz de leer su pensamiento levantó la vista hacia el fondo del bus y le sonrió. Era una sonrisa triste, pero para Adrián seguía siendo una sonrisa hermosa, cuando ella se le acercó comprobó que el rimel corrido en sus ojos hacía juego con su sonrisa.
- Te he traído algo.
Cuando Alicia tuvo entre sus manos el ajado libro, su mirada se iluminó. Antes de que pudiera agradecérselo, el destino quiso que un brusco frenazo los desplazara hasta acabar pegados el uno al otro. Lejos de apartarse, Alicia le miró fijamente a los ojos, como si buscara algo en él.
- No dejes que el mundo te venza, así uno de los dos tendrá un final feliz. Pero no de esos de película, esos son aburridos y demasiado predecibles. Vive, como tú quieres vivir. No dejes que el mundo te venza.
- Tú también puedes tener un final feliz - respondió Adrián, descolocado, como siempre que hablaba con ella.
- Sólo en los libros, Matías, sólo en los libros.
Y con eso se marchó, libro en mano. Adrián se quedó pensando en que la sonrisa con la que se había bajado del bus quizá era un poco menos triste que la que había esbozado al entrar.
Quisiera ser una de esas personas que no revuelcan en el dolor. Internet ha hecho mucho daño a mi salud mental. Es demasiado fácil encontrar algo tuyo por ahí. Saber que te importaron cosas que pensé que habías pasado por alto. Descubrir que tus planes han seguido en pie, tal y como habría sucedido aunque yo no hubiera entrado en tu vida para salir poco después. Quiero pensar que he dejado huella, aunque sea una pequeñita en un rincón. Y quiero pensar que seré capaz de borrar la que tú has dejado en mí, o hacerla imperceptible para que deje de pesar.


"Que la pena dura tanto como quieras tú seguir llorando"


domingo, 30 de octubre de 2011

Me faltan tus brazos rodeando mi cuerpo, esa peli de fondo a la que nunca hacíamos caso, tus besos en mi nuca, mis piernas enredadas con las tuyas, el calor de tu cuerpo mezclado con el mío. Me faltan las caricias. Me faltan los dolores de cuello por no querer despertarte si cambio de postura. Me falta que me mires fijamente y te rías de mi timidez. Me falta que no quieras dejarme marchar. Me falta no querer irme. Me falta saber que fuera ya amanece y que no me importe. Me faltan las despedidas en la puerta. Me faltan los susurros, los te quiero y las palabras que no hacía falta decir.

Debí creerte cuando me dijiste que me harías daño.

Mi cama es demasiado grande y fría.


sábado, 29 de octubre de 2011

La lluvia tardó en llegar, miraba al cielo suplicando que las escasas gotas que caían sobre mí se convirtieran en la tormenta que yo necesitaba. Y cuando por fin llegó, ya no me importó nada. No importaba que acababa de dejarte solo en aquél banco, esta vez de verdad y para siempre; no importaba que la gente, con sus paraguas, no entendiera que yo no quería resguardarme; no importaba el frío. Cerré los ojos, sintiendo cómo las gotas de lluvia se llevaban mis pensamientos, y cuando por fin me sentí vacía, lloré. Mis lágrimas se mezclaron con el agua, mi corazón latía de nuevo al ritmo del viento, y yo por fin solté una de esas sonrisas al aire.

Huele a otoño.


He caminado bajo la lluvia, he pisado charcos, he hecho crujir las hojas secas bajo mi pies.

Y ahora me siento mejor.




jueves, 27 de octubre de 2011

Voy perdiendo trocitos de mi corazón, y duele.

Te echaré de menos, aunque no te lo merezcas.
Debería empezar a hacer caso a la cabeza en vez de al corazón.
Y tú... tú deberías buscarte un corazón.

Por lo menos ya ha terminado.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Esto tiene que acabar, tengo que ser valiente y decirte que ya basta, aprender a resistirme a tus palabras, tus miradas, tus abrazos... aprender a resistirme a ti. Por suerte para mí, me lo estás poniendo fácil. Quiero recuperar mi inteligencia, mi armadura y la tranquilidad de vivir sin el miedo a que me decepciones otra vez.

Guárdate tus te quiero para otra que se los crea.
No sé lo que tienes que haces que me equivoque una y otra vez.

viernes, 21 de octubre de 2011

Saber que todo el mundo a tu alrededor tiene razón y seguir haciendo lo que te sale de dentro. No hace falta que me digan que soy tonta para saber que lo soy.

Odio nuestras conversaciones a medias. Faltan palabras y sobran silencios. Te odio un poco a ti también. Y a mí. Y a ella. Y a las malditas casualidades. Malditos días de por medio.

Que no quiero otra cama, si a menos de dos cuartas no se encuentra su cara.


lunes, 17 de octubre de 2011

Lo peor no es cuando alguien te decepciona, es cuando te decepcionas a ti misma. Yo hoy he sufrido ambas cosas.
Me he dejado llevar por las ganas, y me han traicionado. Sentir algo que pensé que no volvería a sentir, al final ha sido peor que no sentir nada. Ahora he vuelto a llorar, sin gritos, sin aspavientos, sólo lágrimas de pena. Me saben a decepción.

No sé odiar. Todo el mundo a mi alrededor espera que me enfade, grite y te diga que eres un cabrón. Y yo sólo siento decepción. Porque pensé que sí, confié en ti y me fallaste. No has sido justo conmigo. No sé si todo fueron mentiras o verdades que ahora vas a esconder.

Pero, cuando dentro de un mes estés solo de nuevo, no vuelvas a por mí. Déjame al menos el orgullo de no volver a caer.

martes, 11 de octubre de 2011

- Voy a dejar de adorarte al final.
- Así que me adoras...
- Tampoco tanto como tú a mí
- Lo suficiente para que yo tenga razón.
- Pero no lo suficiente para que yo no la tenga.

lunes, 10 de octubre de 2011

Por tu culpa. Encuentro a la persona perfecta y me da miedo enamorarme.

sábado, 8 de octubre de 2011

- ¿Qué andabais cuchicheando por allí?
- Nada, sólo les estaba comentando una cosa.
- Desde aquí parecía interesante, por todo lo que os reíais.
- No voy a contártelo. Me muero de la vergüenza.
- Bah, no seas tonta.
- Decía que... me revolucionas las hormonas.


Mi cuello estará aquí
siempre que quieras besarlo.
- Vale, ya te he dicho una película, grupo, canción y comida preferida. ¿Qué más quieres saber?
- ¿Tu persona preferida?
- Tú.


Y cuando menos me lo espero
me haces sonreír.

martes, 4 de octubre de 2011

Siempre en el momento menos apropiado, es cuando mi cabeza deja paso al corazón, y entonces la cago. Me dejo llevar por lo que quiero hacer y no por lo que debo. No sé si debo arrepentirme, pero no lo hago. Pero ya no hago promesas.

lunes, 3 de octubre de 2011

Le conocí en su último concierto antes de macharse a Tennessee. Me hipnotizó con el ritmo de sus canciones y las miradas acompañadas de los acordes de su guitarra. Y unas horas y varias cervezas después nos encontramos comiéndonos a besos mientras la ropa dejaba un rastro de pasión de camino al colchón. Sin pensar, sin hablar, sólo dejándonos llevar. Un torbellino de sensaciones que nos absorbió por completo. Al amanecer ambos deseamos que la realidad fuera distinta.

Sólo quedó una promesa: "prométeme que el día en que regreses me buscarás".

Suerte empezando desde cero.
No lo olvidaré.

sábado, 1 de octubre de 2011

Hoy he abierto la caja donde guardo tus cosas, llevaba tanto tiempo sin hacerlo que pensé que no volvería a hacerlo jamás.

Necesito que alguien me quite las ganas de ti.

No lo entendí,
no lo entiendo
y no lo entenderé.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hay veces que la realidad te golpea de pronto, incluso en una habitación mientras te veo estudiar, tan concentrado, con caras raras incluidas y maldiciones al aire en contra de los físicos. Te observo y me doy cuenta de que me gusta cada pequeña parte de ti, incluso esas que me sacan de quicio.
- Te quiero.
- Ya era hora!
- Qué romántico.
- No me hace falta serlo, ya me quieres.
- Uy, a mí se me pasa rápido.
- Pero volvería a enamorarte con una de mis miradas.
Y me miras, y me besas, y me enamoro de la realidad, contigo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

- Ves! Has aprobado gracias a mí. "Emoción" te recuerda a lo que sientes por mí y "motivación" es lo que tienes por seguir conmigo.
- Pues menos mal que no tengo una asignatura que se llama humildad!

sábado, 24 de septiembre de 2011

Lo que está claro que cada uno entiende lo que quiere entender. Estoy cansada de explicarme.
- Lo que tu haces no es leer, devoras los libros.
Ella despega la mirada del libro por primera vez en un largo rato y le sonríe.
- ¿Tú no deberías estar estudiando?
- Es que me he quedado atontado mirándote.
- ¡Menuda excusa barata! El trato era que yo te hacía compañía mientras tú estudiabas.
- ¿De verdad creías que iba a ser capaz de estudiar si tú estabas aquí?
- Me lo prometiste - respondió reprendiéndole con la mirada.
- Pero es que verte leer es... - él hace un gesto que ella no es capaz de descifrar- ¿Nunca te lo han dicho?
- ¿Es qué?
- Verte así... Creo que me he enamorado aún más de ti.
Y ella se olvida del libro, de que él tiene que estudiar y casi se olvida hasta de su nombre. Con una sonrisa se acerca al borde de la cama con esa sonrisa traviesa que sólo se le escapa con él, y se besan, igual que en todas las historias de amor que aparecen en sus libros.
He soñado contigo, un sueño de esos largos y extraños que tengo yo. Y se asemejaba mucho a la realidad, incluso esa bipolaridad que tienes. Me quieres un segundo y al segundo siguiente te asustas y te escondes. No sé si es peor tu actitud o la mía, yo vivo asustada.
Te adoro y me desesperas a partes iguales. Pero soy tonta porque disfruto con la desesperación, es parte de ti, parte de mí, parte de lo nuestro.

Tus rarezas y las mías hacen la pareja perfecta.
Ya sé que resulto muy pesada hablando una y otra vez de lo mismo. No puedo evitarlo. Sé que ha pasado mucho tiempo, habrá gente que diga que ni siquiera llegó a empezar, que no existió nada más que lo que yo quise imaginar. Seguir con mi vida, eso es lo que tengo que hacer. Fingiendo que sigo siendo esa que no cree en el amor.

Pues eso, que ya no sé seguir fingiendo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Últimamente pienso mucho en ti. Quiero pensar que ya no te quiero, porque ya no tiene sentido seguir queriéndote, pero sé que aún guardo un pequeño lugar dentro de mí para todos esos momentos en los que me hiciste sonreír.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

"No se ha acabado, nunca llegó a empezar"
Y me pregunto qué hubiera pasado, si habría sido posible. Todo me hace pensar que no, que llevé demasiado lejos algo que no debió existir. Pero qué quieres, me dejé llevar por los sentimientos. Ahora que ya no estás, los sentimientos tampoco están, pero yo me sigo preguntando si tú también te habrías dejado llevar.
No te echo de menos a ti, me echo de menos a mí contigo.

martes, 20 de septiembre de 2011

Hasta hace poco pensaba que tú eras la única persona capaz de sacar el lado pasteloso que hay en mí. Me alegro de equivocarme.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Desearía ser de esas personas que no se dan cuenta de nada, o que son capaces de ignorar eso que hace daño. Quisiera no haber sentido que estaba compartiéndote. El pasado no era pasado, puede que incluso hayas regresado ahora que nuestro futuro ya no existe.

Supe fingir que estaba ciega, que no veía los cientos de detalles que te delataban, que no sabía que los sentimientos seguían ahí. Continuamos hacia delante, negándolo todo, qué bien se nos daba. Y ahora, echando la vista atrás, me queda más que claro que por mucho que te mintieras y me mintieras a mí, aún quedaba algo.

Todo eso ya no importa. Ya nada importa. A mí sí me has dejado en el pasado, por fin me tienes lejos de verdad.

jueves, 15 de septiembre de 2011

- Te quiero.
- Mentira.
- ¿Cuándo vas a dejarme que te diga te quiero?
- Cuando yo esté preparada escucharlo.
- ¿Y si cuando llegue ese momento yo ya no quiero decírtelo?
- Entonces es que no me quieres de verdad.

martes, 13 de septiembre de 2011

- Siempre dejas un espacio al final.
- Porque la historia no termina ahí.
Siempre creí que tenía mala memoria... pero aún me acuerdo de ti.
La vida me recuerda a ti. No para mal, pero desde luego tampoco para bien.
Sigo pensando que a pesar de todo eres una persona increíble.
Quiero que no quede nada.
Sé que malinterpretas mis palabras, porque no entiendes lo que siento.
Me alegro.
En este punto te echo de más.
Sin ti todo sería distinto. Yo sería distinta. Y eso es malo.
Sin ti todo sería distinto. Yo sería distinta. Y eso es bueno.
Ahora todo lo veo desde otro punto de vista.
Ahora que soy capaz de ver la otra parte.
No quiero más.


lunes, 12 de septiembre de 2011

- Te quiero.
- No es verdad.
- Tienes razón, no te quiero.
- Yo tampoco te quiero. Esto de que se me acelere el corazón al verte debe ser que me das alergia.
- Y las ganas que tengo de comerte a besos son porque hoy no he desayunado.
- Cuando te dije que te quería en mi cama cada noche fue porque me gusta darte patadas mientras duermo.
- Cuando paseamos te cojo la mano para que no se me congelen los dedos.
- Ay, qué poco te quiero.
- Yo mucho menos.


*El placer de ser diferentes*

domingo, 11 de septiembre de 2011

Vivo en el mundo de las sonrisas estúpidas, y hay que ver lo bien que se está aquí.

martes, 30 de agosto de 2011

- Quiero que estés aquí conmigo.
- Quiero estar allí contigo.


Qué manía tiene la gente con irse de vacaciones.
- Tengo los labios destrozados por culpa de la fiebre.
- Puede que estén destrozados porque yo no estoy allí para besarlos.

jueves, 25 de agosto de 2011

"Dicen que te han visto paseando junto a otra chica, por las mismas calles que recorrimos juntos. Que ibais lanzándoos miradas de esas que lo dicen todo. Que ella es muy bonita y lleva la melena al viento, como te gusta a ti, que lleva tacones para estar a tu altura, y eso le estiliza la figura. Me han dicho que parecías feliz, que la inminente lluvia que presagiaba el cielo negro no te preocupaba en absoluto. Seguro que no os besasteis bajo la lluvia como hacías conmigo, porque me dicen que no es de esas, que se enfada cuando su pelo se encrespa con la humedad.

También me dicen que no sea tonta, que no te deje volver a mí cuando discutáis bajo la marquesina en la parada de autobús. Que lo nuestro ha durado demasiado, que los dos estamos locos por seguir con esta insana relación que nunca conduce a nada. Que yo te hago daño y dejo que tú me lo hagas a mí, aunque nunca deje que se note.

Me dicen tantas cosas que ya no sé cómo explicarles que no importa con quien pases tus noches entre sábanas, porque todas esas que te acompañan tarde o temprano te preguntan "quién es ella?" cuando te acuerdas de mí sin motivo ninguno y me mandas uno de esos sms tontos, o se enteran de por qué te pasas por mi playa los días que llueve. Llegado el momento no podrás explicarte, porque no puedes decirles la verdad, que soy esa parte de ti de la que no te puedes deshacer.

Que sepas que a mí también me preguntan ¿quién es él?"

miércoles, 24 de agosto de 2011

Hoy he pensado en ti. Ya ves, tenía un rato libre y he decidido desglosar todo lo que me gusta de ti. Ya he hablado de tus miradas y de esas conversaciones diferentes que sólo puedo tener contigo.

Además de todo eso, también me encanta tu empeño en cogerme la mano cuando paseamos. He recordado la primera vez, tú siempre tan tímido, observaste a las parejas que nos rodeaban y me soltaste esa frase "Parece que está de moda cogerse de la mano". Y me ofreciste la tuya, y yo te agarré con la mía, esa que tan poco me gusta a pesar de lo que tú me digas. Y seguimos caminando cogidos de la mano, como si fuéramos más que dos personas que apenas se conocen, cambiando de bar durante una noche de fiesta. Desde entonces, no sé caminar junto a ti sin que nuestras manos se encuentren.

También me encanta tu pelo largo. Cómo te mantienes firme en tu empeño a pesar de que te deben decir que te lo cortes unas veinte veces al día. No claudiques, esa melena es parte de tu encanto, es lo primero que me gustó de ti.

Cuanto más te conocía más me sorprendía que, a pesar de lo tímido que eres, no te avergonzaba reconocer todas esas cosas "especiales" que te gustan. Siempre serás mi friki.

Pero lo que más me gusta de ti, es la facilidad con la que me haces sonreír.

martes, 23 de agosto de 2011

Estoy de mudanza, la tercera en los últimos diez años, y quizá la que más me ha hecho pensar. Pensar en hacia donde va mi vida, en por qué no me siento atada a nada ni a nadie. El hecho de que abandonar la casa que ha sido mi hogar durante los últimos años no me revuelva nada por dentro seguramente sea hasta normal, por eso de que nunca sentí que fuera mi casa, porque sabía que era algo temporal, que este no era el lugar donde echaríamos raíces. Pero pensar que podría marcharme de aquí, yo sola, a donde fuera, sin dudarlo un instante, sin sentir pena por separarme de las personas que me rodean... da que pensar.

A veces creo que estoy vacía por dentro, pero luego recuerdo por todo lo que he pasado y me alegro de que sea así.

domingo, 21 de agosto de 2011

Y de un día para otro, esas ganas locas de devorarte, desaparecieron.
-Lo que me gusta de ti es que nunca sé por dónde vas a salir. Tener una conversación normal contigo es totalmente imposible. Eres... diferente.
- Sí, lo sé, soy un friki.
- Sí, pero eres MI friki.

Y me lanzas esa mirada que me encanta. Pero esta vez soy yo la que se adelanta, escondo mis dedos entre esa melena que todo el mundo te dice que te cortes y que rezo porque nunca desaparezca, y te beso, como nunca te habían besado antes, porque contigo, yo también soy diferente.
Llegar a casa después de un largo día de trabajo, sin planes porque el mundo te ha dejado tirada. Te lanzas sobre la cama, sin ganas, perdiendo ropa por el camino porque el calor aprieta. Y ahí tumbada te preguntas qué es lo que estás haciendo mal, por qué las cosas siempre se derrumban cuando mejor pintan. Un momento de bajón. Ese momento de debilidad es el que aprovecha el mundo para asestarte un último golpe, y desde fuera de tu pequeña y eternamente desordenada habitación te llegan las palabras de una canción, que ni te gusta ni escuchas desde hace mucho tiempo. Es entonces cuando te das cuenta de que aunque hayas superado algo, siempre habrá pequeños momentos en los que te invadirán los recuerdos. Saber que a pesar de todo, mereció la pena.

Y entonces rompe a llover... redondeando el momento.

miércoles, 17 de agosto de 2011

En uno de sus bares de siempre, una de esas conversaciones que ella y él no solían tener. Uno de esos muchos momentos en los que ella necesitaba no sentirse sola. Uno de esos pocos momentos en los que ella dejaba que alguien se percatara de su debilidad. Uno de esos momentos en los que él siempre estaría ahí.
- Tú siempre has tenido esa especie de barrera que no dejas traspasar a nadie. Llegar a conocerte de verdad es imposible. Después de tantos años, ni siquiera yo lo he conseguido.
- ¿Y si detrás de esa barrera no hay nada más? O por lo menos nada mejor.
- Vamos, tienes que valorarte un poco más. Si no me he marchado, con todo lo que hemos vivido, habiéndome obligado a permanecer fuera de la barrera la mayor parte del tiempo, será que lo que me has dejado ver en esos pocos momentos en los que te abrías a mí, es tan cautivador que podrías enganchar a cualquiera.
- ¿Sabes que a veces me enamoraría de tus palabras?
- ¿Ah, sí?
- Sí, pero luego recuerdo quien eres, quienes somos, y se vuelve una muy mala idea.
- Lo entiendo. Te quiero y te odio a partes iguales.
- Pero seguimos aquí, esperando a que la balanza se desequilibre y escoja nuestro final.

martes, 16 de agosto de 2011

Echo de menos cómo me mirabas antes de besarme. Creo que me enamoré de esa mirada, de esos tres, cuatro segundos de silencio en los que podía saborear tus labios antes de que llegaran a tocarme. Hacías que todo mi cuerpo temblara de expectación esperando tus besos.

Siempre me gustó el juego de miradas entre dos desconocidos que ansían conocerse. Ese cosquilleo cuando mi mirada se encuentra con la suya, el mismo que me hace apartar la mirada con timidez hacia el otro lado del bar. Y entonces se acerca, me habla, me mira y me enamora. Eso me pasó contigo. Y desde aquél día, cada vez que me miras así me vuelves a enamorar.

viernes, 12 de agosto de 2011

La vida está llena de cosas que no entenderás nunca.

Yo aprendí que cada decisión que tomas importa. Aunque te parezca una tontería, puede llevarte a enamorarte de la persona equivocada. Y eso trae consigo siempre mucho dolor. Que sí, que el amor está lleno de momentos increíbles que jamás borraré de mi memoria, pero los otros también se han quedado conmigo.

Pero, a lo que iba. Yo cometí una tontería, algo que muchos otros habían hecho antes sin sufrir ninguna consecuencia. Solo que yo no supe manejarlo adecuadamente. Tomé una decisión y me hundí con ella. No al principio, por supuesto, siempre es al final. Ahora me arrepiento de esa decisión 365 días al año. Pero la vida es muy irónica y ese es el mismo porcentaje de días que me alegro.

De esa decisión aprendí mucho. Ahora sé que las reglas sociales que mueven nuestro mundo nos impiden reconocer lo que sentimos realmente. Puede que ciertas veces la barrera entre amistad y amor sea sólo una convención social. Las etiquetas han hecho mucho daño a los sentimientos, porque no nos dejan ver más allá. Es lo que es, nada más. También aprendí que un simple te quiero, dicho de verdad, puede cambiar un cable en tu cabeza que provoque que todas esas etiquetas desaparezcan y sólo queden las personas.

Yo me enamoré de una persona. Sé que volveré (o al menos eso es lo que espero), pero me temo que volveré a entrar dentro de lo que la sociedad ha escrito para mí. Porque, lo reconozco, nunca fui de esas que se saltan las reglas.
Le he dicho " Te quiero" a un número tan pequeño de personas que puedo estar completamente segura de que no desperdicié ninguno.

¿Sabes esas charlas que te dan los padres? La típica de “Ya eres una mujer” cuando te baja por primera vez la regla. La sumamente incómoda conversación sobre sexo. Deberían empezar a dar una charla sobre “La vida te defraudará tantas veces que serás incapaz de contarlas”.

Cuando eres una niña lo peor que te puede pasar es que tu padre no quiera comprarte ese juguete que tanto te gusta, o que tu madre no te deje ver un ratito más la tele. Pero cuando creces te vas dando cuenta de que nada es tan bonito como lo imaginabas, y pasas la adolescencia sintiéndote una incomprendida a la que nadie quiere lo suficiente. Luego creces, cumples los 20, y aunque reconoces que en los años pasados exageraste por culpa de esas hormonas que te darán la lata durante toda tu vida, aún quedan restos de esos sentimientos que son de verdad. Y es cuando te enamoras, como si no hubiera mañana, encuentras al chico perfecto que luego resulta no serlo, y vuelves a sentirte como esa niña pequeña y sola.

Navegar por la vida buscando algo, eso es lo que haces, incluso si no te das cuenta. Si encuentras algo que merezca la pena agárrate a ello, con fuerza. Porque, aunque seguramente acabes perdiéndolo también, todo lo que has vivido, disfrutado y aprendido se quedará contigo.

Así que ya sabes: La vida te defraudará tantas veces que serás incapaz de contarlas, por eso tienes que aprender a quedarte con las horas, minutos y segundos en los que tengas ganas de sonreír.

sábado, 6 de agosto de 2011

- ¿Me odias?
- Eso sería mucho más fácil...

sábado, 30 de julio de 2011

Supersubmarina


"El impacto se hará encuentro y el encuentro será eterno. Buscaran juntos el centro, crearan desde la nada el universo"

"Porque fueron muchas noches en las que no podía dormir, no dormí. Porque fueron mil historias y todo lo que llegué a sentir, sufrí sin ti. Fueron muchas veces las que quise llamarte o verte. Me acojoné, lloré y me fui."

"Piensa que si un día ya no está… echaras de menos hasta su caminar, su despertar su forma de hablar, su mal humor su estar mejor, su pelo y su olor."

"Y bailar con la muerte no es un plan, yo prefiero que me mates tu a bailar"

"Déjame llorar que estaba escrito en mi destino, que el frío llegará y yo no tendré puesto el abrigo. Y no podré volar, el aire aquí podrá conmigo. Si tengo que morir espero que sueñe contigo porque pensando en ti morirme será divertido."

"Y en mis horas, nacen solas, las palabras que dispararé. Luego, tiemblo, se hace eterno, el segundo en que..."




Aprendí a sacar algo bueno después de ti.

domingo, 24 de julio de 2011

Leer un buen libro es como vivir una historia. Pero,¿qué pasa cuando encuentras una historia que ya has vivido? Cuando te das cuenta de que la protagonista te recuerda mucho a ti, y, tarde o temprano, entre el resto de personajes aparece él. El resultado son 385 páginas entre sonrisas y ganas de llorar, porque esa historia acaba bien, pero la tuya no.

lunes, 13 de junio de 2011

"Que te quiero a pesar que tú si puedas estar sin mí."

sábado, 11 de junio de 2011

"Escuchar qué decías sin querer entenderte
Al final te perdía, como me perdía yo"

viernes, 10 de junio de 2011

Lo más difícil de la vida es... vivirla de verdad.
Como cada jueves Adrián espera nervioso, entre sus manos tiene el libro que ha devorado durante horas, leyéndolo una y otra vez, sólo porque ella se lo había dado. Y tenía razón, le había gustado. Aunque nunca sabría si le hubiera gustado de no habérselo prestado ella. Cuando el autobús llegó por fin a la parada esperada y ella subió, los nervios aumentaron. Él le tendió el libro casi sin darle tiempo a sentarse. Ella lo rechazó.
- Dáselo a alguien que pueda apreciarlo. Los libros son para leerlos, no para dejarlos en una estantería llenos de polvo.
Él, nervioso, colocó de nuevo el libro sobre sus piernas, agarrándolo con fuerza para que no se notara el temblor de sus manos. Los minutos pasaban y Adrián no sabía cómo seguir con la conversación, sobre todo porque ella le miraba con una divertida e infantil sonrisa. Pero él no quería que, ahora que por fin habían empezado a hablar. Así que se armó de valor.
- ¿Como te llamas?
- Mmm... Digamos que... Alicia. Todas las niñas inocentes se llaman Alicia.
Esa respuesta dejó a Adrián descolocado, así que cuando volvió a hablar lo hizo balbuzeando.
- Mi nombre es...
- Shhh. No lo digas. Te llamas Matías... Tienes pinta de Matías, y tocas el piano.
La confusión de Adrían crecía al igual que la sonrisa de ella.
- Pero...
- La vida es muy aburrida, Matías, es más divertida en el país de las maravillas.
Y tras esto, se levantó y bajó del autobús haciendo que su vestido se moviera en sintonía con el movimiento de su cuerpo, como sólo pasaba en las películas.
Las palabras que más duelen son las que no te digo.

domingo, 5 de junio de 2011

"Porque fueron muchas veces las que quise llamarte, o verte. Me acojoné, lloré y me fui."

sábado, 4 de junio de 2011

Porque en toda historia queda bien hablar del humo de un cigarro, por eso fumaba ella, para sentirse más bohemia. Y también por eso acababa cada noche en una cama distinta, con sus medias rotas, el pelo revuelto y una botella de whisky en la mano. La gente la mira cuando camina de madrugada, y ella se siente feliz porque sabe que lo que ella hace, eso, es arte.

viernes, 3 de junio de 2011

Adrián se montaba cada día en ese autobus, a las 7 y media, según salía de la facultad de Medicina. Dos paradas más tarde se sube ella, como cada jueves. Y no se miran, al menos no directamente, pero los dos se sienten. Hasta que ella se sienta, de cara a él, nunca demasiado lejos, pero tampoco demasiado cerca. Adrián desea que todos esos gestos no sean imaginaciones suyas.

Y es que desde aquél primer día, en el que ella había mirado el libro que Adrián sostenía entre sus manos como si quisiera devorarlo, él se sentía hechizado por ella. Porque puede adivinar su estado de ánimo por la manera en la que ella apaga su cigarro antes de subir al autobús, porque le deja anonadado cuando de pronto saca su libreta y empezaba a escribir sobre la gran idea que se le ha ocurrido o cómo no puede evitar mover los labios cuando suena una de sus canciones favoritas en el reproductor.

Entonces ocurre lo que Adrián lleva semanas esperando. Ella aparta la mirada de la ventana y le mira, no le sonríe, no hace falta. Simplemente saca su libreta, escribe algo y arranca un pequeño trozo de papel. Y cuando Adrián piensa que por fin conseguirá su teléfono, ella saca un libro de su mochila y esconde el papel entre sus páginas. La desilusión en la cara de Adrián era obvia, ella debió darse cuenta, porque cuando le miró de nuevo, esta vez sí sonrió. Se levantó y dejó el libro en el asiento vació junto a él y se bajó cuando las puertas del autobús se abrieron en la siguiente parada.

Adrián esperó hasta que el autobús se alejó y ella se perdió de vista. Sacudió el libro con cuidado hasta que el pequeño fragmento apareció. Y al leer aquél sencillo "sé que te va a gustar" supo que esas palabras tendrían razón. Y sin esperar a llegar a casa se sumergió entre las páginas del libro, que para él olían a ella.

miércoles, 1 de junio de 2011

Te cansas de jugar limpio, y entonces llego yo.

martes, 31 de mayo de 2011

Me siento tan sola tan a menudo, que desearía dejar de sentir.

viernes, 27 de mayo de 2011

La mesa estaba llena de apuntes, decenas de teorías psicológicas que ella debía aprenderse. El orden brillaba por su ausencia, como siempre a su alrededor. El camarero cambió su vaso vacío por otra cocacola, ligth y sin limón, como a ella le gustaba. A cambio, ella le dedicó esa sonrisa que le había engachado, tarde tras tarde. Miró a través de la ventana para observar a su cantautor favorito, apenas llegaba a escucharle cantar algunos segundos antes de entrar a aquél café, pero siempre le echaba una moneda, porque la encantaba mirarle a través de aquél cristal e imaginar qué canción podría estar cantando sólo con ver su expresión.

Y allí ella no se sentía tan sola, olvidaba lo que esperaba en casa, las palabras vacías, las lágrimas a escondidas... y las sábanas frías.

martes, 24 de mayo de 2011

Qué fácil te resultó olvidarme. A mí me resulta más fácil recordarte.

sábado, 21 de mayo de 2011

Me asomé a la ventana y ahí estabas tú, del susto casi me caigo al vacío, aunque lo mismo tardé en bajar corriendo los tres pisos de escaleras que me separan de ti. Sin aliento llegué frente a ti, que me esperabas con una sonrisa nerviosa que habría provocado que me desmayara si no fuera porque no quería perderme ni un segundo de ese momento.
- Sé que debería haberte avisado antes de venir, pero me daba miedo que me pidieras que no lo hiciera.
- ¿De verdad me crees capaz de tomar una decisión tan razonable en lo que a ti concierne?
- Te he echado de menos.
- Yo mucho más.



Estas cosas sólo pasan en sueños...

... cada día 20 sueño que aún me quieres.

lunes, 16 de mayo de 2011

Dos años después...

"No sé si debería decirte esto, pero... creo que aún te quiero"



Hay cosas que no cambian

domingo, 15 de mayo de 2011

- Mi abuelo dice que el mejor aceite es el de su pueblo.
- Que va, el más conocido es el de Jaen.
- No siempre el más conocido es el mejor. Hasta hace poco no te conocía y sé que eres la mejor.

sábado, 7 de mayo de 2011

Me enamoré del chico de las manos frias...

O al menos quise estar enamorada de él. No para olvidarme de ti, ya me he rendido respecto a eso, simplemente quería sentir algo por otra persona, saber que podía haber algo más después de ti.

Y ahora que no está, que ya no puedo coger su mano entre las mías para darle calor, me pregunto si esto también fue culpa mía, si las cosas podrían haber sido diferentes, incluso si, ahora, puedo hacer algo para que vuelva.

También me pregunto si de verdad me enamoré del chico de las manos frías.

viernes, 6 de mayo de 2011

Hacía varias semanas que no se veían, ella no sabía qué había pasado, todo había cambiado de la noche a la mañana sin razón aparente. Y ahí estaban, sentados en el banco en el que ella había empezado a sentir algo por él. Y estaban callados, uno de esos tantos momentos de silencio que había entre ellos, esos que él no soportaba, quizá porque siempre fue demasiado nervioso, aunque ella intetaba contagiarle su calma. Ella lo miró, no sabía por qué de pronto él había sugerido que se vieran y ahora no decía nada. Pero ella ya estaba cansada de ser esa chica buena que nunca se enfada por nada.
- ¿Por qué desapareciste? Y más importante aún, ¿por qué has vuelto? - porque aunque ella hubiera aceptado verse sin dudarlo un instante, sabía que debería haberse hecho la dura.
- Me entró miedo - ahí estaba la excusa de siempre - No quería enamorarme de la primera chica a la que he besado. Eso es de idiotas.
- Eres un idiota - ella se levantó, y él le impidió que se marchara agarrándola de la mano.
- Y me he dado cuenta de que quiero seguir siéndolo - ella le miró, porque no sabía si había entendido lo que ella quería entender - Te quiero.

Y con esas dos palabras ella se olvidó de ser la chica dura. Muchos la llamarían tonta, pero no, ella sólo era otra idiota.
Quiero sacarme una Polaroid, contigo. Y reirnos esperando a que ese cuadrado oscuro se convierta poco a poco en una imagen que guarde ese instante para siempre. Siempre he pensado que una Polaroid es mucho más que una foto, no me preguntes por qué. Será la ilusión que sientes mientras esperas que la imagen aparezca. Será que siempre me gustó más lo viejo que lo nuevo, que prefiero las cartas a los emails, que un paseo es mucho mejor que un viaje en coche. En fin, que quiero sacarme una Polaroid contigo.

sábado, 30 de abril de 2011

No es fácil escribir sobre lo que sientes cuando no quieres sentir. Sigo escondiéndome.
- Venga, seamos razonables. El amor es cosa de adolescentes. Hoy en día todo es atracción y comodidad.
- Eres un poco cínico, ¿no? Yo sigo siendo una romántica.
- ¿Y cómo te va con eso?
- De pena, pero espero que en cualquier momento me enamores, con una mirada o una sonrisa. Te doy a elegir.

miércoles, 27 de abril de 2011

Esa sensación de salir a la calle esperando encontrarte "por casualidad". Por casualidad te conocí, por casualidad me enamoré, por casualidad tú te quisiste marchar, y por casualidad yo no intenté impedírtelo.

¿Entiendes ahora por qué no me gustan las casualidades?

lunes, 25 de abril de 2011

- Tengo el día tonto y la casa vacía...
- ¿Qué quieres decirme con eso?
- Exactamente lo que quieres entender.

sábado, 23 de abril de 2011

Y no aprendo...

Escuchar durante horas un grupo, deseando que me guste, que me enganche. Sólo por tener una cosa más que me una a ti.

sábado, 16 de abril de 2011

Acabo de pasar el día que debería haber pasado contigo. Desear, querer, soñar,imaginar, inventar, planificar... En fin, que este habría sido un buen día, contigo.

martes, 12 de abril de 2011

- ¿Y qué va a pasar entre tú y yo?
- Nada.
- ¿Por qué?
- Porque tú y yo... somos demasiado diferentes.
- ¿Me estás diciendo que somos totalmente incompatibles?
- No.. totalmente incompatibles no...
- ¿Entonces por qué me dices que no? Dame una razón... ¿Tienes novio?
- No...
- ¿Un rollo demasiado celoso?
- No...
- ¿Algo que te retenga?
Y aquí ella tuvo que pensar unos segundos. ¿Había algo que la retuviera? ¿Había alguien que la retuviera? Ya no había nada. Y aún así... ella no haría nada...

viernes, 8 de abril de 2011

Ella estaba sentada en la arena sobre su toalla azul mirando cómo él jugaba con su perro. Cómo corría, reia, se revolcaba por la arena, lanzaba la pelota una y otra vez. Y yo les miro desde aquí, porque es mucho más fácil pensar en esa pareja, saber que es posible. Puede que algún día...

miércoles, 6 de abril de 2011

Lo he intentado todo, pero se acabó, me rindo. Esto nunca va a cambiar, siempre me va a doler recordarte, pero no por eso voy a ser capaz de dejar de hacerlo. Encerrarte en lo más hondo de mí y hacer como si no existieras no ha sido suficiente. Has ganado. Tú siempre me ganas.



Siendo tan eterno este momento, ¿cómo me voy a quere morir?

domingo, 3 de abril de 2011

- Eres la primera persona que llora nada más despertarse, sin levantarte de la cama, en la que, por si no te has dado cuenta, también estoy yo. Ya, ya sé, tienes un calendario en la cabeza lleno de momentos, que por desgracia no has compartido conmigo. A veces me gustaría que a mí me hubieras echado tanto de menos como a él. ¿Si me voy ahora dejarías de llorar por él para llorar por mí? ¿Sabes? ¡Olvídalo! Estoy cansado de todo esto.

Y él se dio la vuelta, para ocultar sus propias lágrimas. Y ella, que no podía evitar que los recuerdos desbordaran por sus ojos, se acercó más a él, besó su espalda con ternura y le abrazó. Porque sabía que sí lloraría.

- Mis lágrimas son culpa suya, pero eres tú el que me hace sonreir.

Con eso él se sintió un poco mejor, porque dentro de ambos latían dos corazones esperanzados, que tarde o temprano tendrán razón.

martes, 29 de marzo de 2011

Abrió los ojos, y por un momento no supo dónde estaba, lo que había pasado, ni lo que sentía. Ese pequeño momento en el que no sentía nada, ese momento que precedía a la tempestad. Después recordó todas las lágrimas que había derramado, el vacío que sentía dentro de ella. Porque otra vez se había desengañado, porque ese nuevo "él" no era el que ella estaba buscando, porque de nuevo estaba sola y de nuevo sentía ganas de llorar.
Ha llegado el momento de darme cuenta de que lo que encuentro no es lo que busco.
Porque no eres tú,
... nunca serás tú.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Todos salieron juntos del bar, ya estaba empezando a amanecer. Se desperdigaron, como siempre pasaba, a la espera de decidir qué sería lo siguiente que hicieran. Y S, que llevaba toda la noche intentando no pensar en O, el que ahora intentaba entrar en su corazón (y ella quería que lo consiguiera)porque hacía días que las cosas ya no eran lo que habían sido. Y entonces miró hacia donde estaba F, del que llevaba meses intentando olvidarse, y le vio con C, la que era su mejor amiga y confidente, aquella por la que ella se empeñaba en negar lo que de verdad sentía. Porque hacía ya meses que S le había confesado a C los sentimientos que tenía hacia F, antes incluso de que su amiga se diera cuenta de lo que ella misma sentía por él.

S no supo en qué momento empezaron a caer las lágrimas, y tampoco supo cómo F, de entre todos los que estaban a su alrededor, fue el primero en darse cuenta. No pudo evitar apoyar la cabeza en su pecho mientras él intentaba consolarla, sin saber que las lágrimas eran por él. Lo que sí supo, en el instante en que levantó la mirada y descubrió a C mirandola, es que debía evitar a toda costa que se supiera el verdadero motivo de sus lágrimas. Porque se había prometido a sí misma que sus sentimientos no interferirían en la relación entre su amiga y el dueño de su corazón. Y deseó con todas sus ganas que O hubiera estado allí, para evitar que sus pensamientos hubieran vuelto a entrar en aquella espiral de la que intentaba escapar con todas sus fuerzas. Pero F se le había colado dentro, y por mucho que lo intentara, ella era incapaz de sacarlo.
Llevaba tantos días tratándola tan indiferentemente que a ella se le saltaban las lágrimas de rabia cada vez que lo veía. Se debatía entre la intriga y la dignidad, saber qué era lo que había pasado o hacer como si no le importaba. Y se dejó la dignidad por el camino, ¿para qué? sólo para recibir a cambio la excusa de siempre: trabajo, estudios... simplemente falta de tiempo. Y ella no podía echar por tierra sus excusas, total, que había perdido la dignidad a cambio de nada.

Se dijo que no volvería a pasar, pero esa promesa ya la había hecho antes. Y siempre se repetía.

domingo, 20 de marzo de 2011

Ilusiones que se quedan en nada...
... son las que más duelen.

sábado, 19 de marzo de 2011

Parece que lo que más temía ha pasado. No sé si frené a tiempo. No sé cuánto dolerá. De nuevo no sé si fue culpa tuya, o mía. Pero no pude frenar.

miércoles, 16 de marzo de 2011

No entiendes que cruce la calle sin darte la mano, hace tiempo que no entiendes nada. No te preocupes, te haré entender.

jueves, 10 de marzo de 2011

Ayer mismo me he dado cuenta de que he estado perdida durante demasiado tiempo.
He decidido salir a encontrarme.
Ya te contaré cómo me ha ido.
A la vuelta.

miércoles, 9 de marzo de 2011

- Llevas unos días sin dejar que me acerque.
- Me da miedo enamorarme de ti.
- ¿Por qué?
- Porque sé que tú no te enamorarás de mí, porque sé lo que pasa cuando bajo la última barrera y después te vas. No quiero volver a pasar por eso.

sábado, 5 de marzo de 2011

- Creo que va a empezar a gustarme el frío.
- ¿Por qué?
- Porque así tengo excusa para cogerte de la mano.

viernes, 4 de marzo de 2011

No creas que me he olvidado. Sólo he dejado que pasara como si no fuera importante. Porque ya nada pasa.


Dos años
sabiendo que hay algo más.

lunes, 28 de febrero de 2011

- ¿Y no tienes ninguna esperanza de que vaya a volver?
- Sé que no va a hacerlo. Pero la esperanza nunca la pierdo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Me niego a pensar que es el fin. No quiero otro principio.

jueves, 24 de febrero de 2011

Hace mucho que nadie me acompañaba a casa, y sólo con eso, me haces sonreir. Que sí, que sé que es una tontería, que te pilla prácticamente de camino y que es un gesto sin mayor importancia.
Pero los dos sabemos que tú ya no vuelves a casa con tus amigos ni yo con las mías, para que podamos volver juntos.
Que a pesar del frio y de lo inevitable que te resulta ponerte a temblar, no te importa quedarte hasta que amanece hablando conmigo de todo y de nada.
Porque tú y yo tenemos claro que esa sonrisa de despedida significa mucho más de lo que el mundo se cree.

martes, 22 de febrero de 2011

Todo el mundo camina sin mirarse, es sólo una vorágine de gente buscando llegar algún sitio, cientos de personas, con sus cientos de historias, miles de momentos encerrados en cada una de ellas. Imagina un libro, uno enorme, que hable de todos esos momentos, de cuando ese chico de allí, ese, el moreno, perdió a su madre; o de hace cinco minutos, cuando aquella chica, con ese pelo tan largo y los ojos enrojecidos, tuvo una pelea con su novio; o esos dos, la pareja sentada en el banco, los de la sonrisa que precede al primer beso. Un libro lleno de pérdidas, de ganancias, de amaneceres y noches largas, de madrugadas entre sábanas o entre pañuelos llenos de penas. Piensa que cientos de personas contarían sus vivencias en ese libro, cómo se sintieron, cómo siguieron adelanta, en definitiva, cómo vivieron. Sería un manual para la vida. ¿Recuerdas todos esos momentos en los que no sabías qué hacer? Sólo tendrías que coger ese libro, buscar el capítulo que te interese en ese momento, y sumergirte en un mundo de sabiduría. Sí, todos somos distintos y la decisión correcta para uno, no lo es para otro. Pero en ese libro no habría una decisión correcta, habría decenas de decisiones que te ayudarían a tomar la tuya. Y una vez tomada, tu historia pasaría a formar parte de ese libro, para que, cuando al otro lado de esta misma calle, un desconocido se encuentre en la misma situación que tú, tenga una historia más que le ayude a tomar sus propias decisiones.

Mis historias no deberían estar en ese libro...
... siempre me equivoco.

jueves, 17 de febrero de 2011

Llevo todo el día con algo dentro, y no entendía qué era. Me ha hecho falta que alguien me recordara uno de tus momentos de niña que tanto me gustaba para darme cuenta de que, hoy especialmente, te echo de menos. No sé por qué, al parecer esta cosas vienen y van. Hay días que estoy bien y días que estoy mal.. Y yo que pensaba que lo estaba superando.

martes, 15 de febrero de 2011

"Es que siempre es igual, estamos tan bien (o incluso mejor que bien) y de pronto todo cambia. Se le enciende una bombilla en la cabeza que le dice ella te quiere y lo peor es que se contesta a sí mismo, porque él también me quiere. Y al parecer, eso es demasiado, volvemos a las palabras frías, a la espera de que empiece un nuevo día y esa amnesia selectiva suya borre todo sentimiento de su cabeza"

sábado, 12 de febrero de 2011

Pocas canciones me remueven por dentro, esta, es una de ellas. Creo que pienso demasiado en ti...


Deseo que me llames a las 4 de la mañana suplicándome que baje porque te mueres de ganas de verme. Yo me muero de ganas de verte a ti.

viernes, 11 de febrero de 2011

Ella caminaba descalza por la arena, siempre había pensado que pisarla con zapatos era algo imperdonable, ella y la playa formaban un sólo ser desde hace tiempo. Últimamente no era capaz de encontrarse a sí misma, ni siquiera en aquél mágico lugar. Porque todo había cambiado, el invierno se había llevado, grano a grano, las bases de lo que ella era. Se encontraba perdida, sola, vacía. Él se había esforzado mucho en hacerla feliz, pero era una felicidad momentánea, al caer la noche ya no había nada dentro de ella, y el sol del amanecer era lo suficiente fuerte para hacerla llorar.

¿Sabes esos días,
cuando todo es tan oscuro que no puedes ver ni pensar? (Supersubmarina, niebla)

jueves, 10 de febrero de 2011

Odio los besos de película

Me quedo con los tuyos, tan imperfectos, diferentes y especiales. Sólo para mí.
Cruzarme contigo por la calle, y con una sonrisa inevitable decirte algo estúpido, por ejemplo, te quiero....

miércoles, 9 de febrero de 2011

Hoy me he despertado con una mala sensación dentro del cuerpo, aún era pronto y yo quería dormir un poco más, pero por más vueltas y vueltas que daba en la cama, era totalmente incapaz de conciliar el sueño. Ha sido entonces cuando he recordado lo que había soñado, apenas unos segundos de un sueño que debía haber durando bastante más. Sólo recordaba una llamada. Yo tenía una duda que sólo una persona que lo conociera todo sobre mí podría resolverme, así que te llamé a ti. Y ya sabes cómo es esto de los sueños, que suceden cosas que jamás sucederían en la realidad, y ahí estabámos tú y yo, hablando, riendo, como si nada hubiera pasado. Pero entonces algo debió hacer "click" en tu cabeza y te quedaste en silencio. Yo aguanté ese silencio con toda la entereza que conseguí sostener, hasta que el nudo en mi garganta creció avisando que llegaban las lágrimas y me despedí con un estúpido y esperanzado hasta luego.

Creo que...
desearía ser capaz de hacer esa llamada...

lunes, 7 de febrero de 2011

Me duelen los ojos de no llorar.
Creo que estoy buscando algo que no voy a volver a encontrar y me da bastante miedo. Pensar que no voy a volver a sentir eso, da miedo. Ayer mismo estuve hablando durante horas con un chico simpático, inteligente, que me hacía reir... y no sentí NADA. Ni siquiera la más mínima muestra de que de ahí pudiera salir algo bueno. No puedo dejar de compararlo todo con lo que sentí contigo, porque nunca entenderé esa conexión instantanea que surgió entre nosotras y que nunca creí posible.

Y mírame ahora, buscando cuentos de hadas que jamás volveran a suceder.

Que sepas que...
... no he encontrado a nadie que corrija mis laismos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

- El otro día, estaba hablando con él en el bar y me hizo ese gesto de quitarme la lágrima acariciandome el pómulo con el pulgar, mientras el resto de sus dedos me rozaban la cara...
- Se te caería la baba...
- Casi, excepto porque él lo hacía de broma, y yo me moría porque fuera verdad.
- Bueno, después, cuando parecía que llorabas, él fue el primero en consolarte.
- Sí, porque es un buen amigo, pero yo quiero que sea mucho más...
- Igual deberíamos dejar el tema.
- No, ¿por qué? Me gusta hablar de ella, fue una de las mejores cosas en mi vida... ¿Que me pone triste? Sí. Pero tambien me alegra haber vivido todo lo que viví.

miércoles, 26 de enero de 2011

Y es que este FIN tiene las letras tan borrosas que me hace pensar que puede convertirse en un principio.

martes, 25 de enero de 2011

Falta el aire, sobran las lágrimas. Es esa sensación de vacío que me acompaña cada noche al pensar en ti. ¿Recuerdas los nudos en la garganta? Quiero dejar de recordarte. No significa que quiera olvidarte. Sólo... necesito que algo cambie, que algo pase... Necesito saber que me has olvidado. O mejor, que no quieres hacerlo.

lunes, 24 de enero de 2011

¿Tienes la cabeza hecha un lio, como yo? Creo que estoy entrando en una espiral que terminará por destruirme. Siento que tengo que parar, que lo que hago no está bien. Tengo que encontrar un término medio entre encerrarme en casa a llorarte y esto. Me estoy decepcionando a mí misma en niveles en los que nunca habría dudado de mí. Mi brújula se ha roto desde que te fuiste, estoy tan perdida que parece imposible encontrarme. Voy a ver si el mar me calma la mente, ya no importa el frío.


Tengo que decirte algo...
últimamente imagino que al bajar de ese autobús, tú estás allí esperandome.
- Estoy viendo las fotos de ayer, hay una en la que salimos solos tú y yo, que me encanta.
- ¿Por qué no la has subido?
- Porque sales agarrándome por la cintura, y mis manos están colocadas sobre tus brazos como si los hubiera colocado estratégicamente. Parece la típica foto de boda. Subirla sería como anunciar que somos pareja.
- ¿Y no lo somos?
- Eso no significa que haya que anunciarlo.
- Cierto, se me olvidaba que no quieres que los demás sepan que me quieres.
- No es eso... Simplemente ahora no puedo con todo eso. Lo siento.
- No te preocupes, sigo siendo el mismo gilipollas de la última vez.
Hoy es un día extraño. Siento que nada es como debería ser. Me siento mal. Pero todo el mundo me dice que todo es como debía ser.


No digas nada pero...
Hoy, sigo sin ver esa serie que me enseñaste y que ibamos a ver juntas.

sábado, 22 de enero de 2011

Estoy cansada de que la gente me recuerde lo que siento por ti, parece que la frase del momento es "imagínate que es R". No se dan cuenta de que me lo imagino una y otra vez, que lo que ellos piensan que es una mala situación para mí, ahora mismo sería un sueño. ¿Que ultimamente te manda pocos mensajes o casi no te llama? A mí hace meses que ni me hablas. ¿Que cuando le ves está todo guay, pero que luego pasa de ti? Yo ni siquiera puedo verte. Y es que te hecho de menos más de lo que la gente cree. Mucho más.

¿El secreto?
Siempre me he hecho la dura.
Tú sabes que yo puse la barrera, esa que impedía que pasara algo entre tú y yo. Pero no sé como, la derribaste. Entonces yo construia otra, que poco después caía de nuevo a tus pies. Y así, poco a poco, paso a paso, me enamoré. Sabía que no era lo correcto, que aquello no estaba bien, que lo que hacía no era bueno para ninguna de las dos. Y decidí acabar con ello, no por mí, por ti, porque sabía que te iba a hacer daño, porque no estaba haciendo nada bien. Y tú te empeñabas en agarrarte a mí, en no soltarme. Y yo, siempre tan débil aunque me creia fuerte, no fui capaz de soltarte.

Una vez me preguntaste si, si pudiera volver atrás, haría las cosas igual. Ahora sé que no, porque a pesar de que odiaría haberme perdido todos esos momentos que pasé contigo, me odio más a mí misma por haberte hecho pasar lo que has pasado.


¿Te cuento un secreto?
Creo que nunca dejaré de odiarme por eso.
Lo peor son los momentos en los que me pasa algo y pienso que tengo que contártelo. Se me olvida que ya no estás. Y da asco.

viernes, 21 de enero de 2011

- ¿Recuerdas aquello que me cantabas cuando nos conocimos?
- Claro... Eso de "se te nota en la mirada que vives enamorada".
- Pues ayer, la escuché por casualidad, y pensé que tenía un poco de premonitorio.
- ¿Por qué?
- Porque sigue diciendo "han debido de quererte tanto para que me olvidaras".
Nunca sabrás lo que es el desamor hasta que no hayas estado enamorada. He pasado por alguna que otra decepción que otra, y pensaba que eso era todo, hasta que llegó este vacío. Claro que tambien pensé que había sentido amor por otra persona, ahora sé que jamás estuve enamorada hasta que llegaste. Que sí, que él existe, y si, le quise, probablemente mucho, pero de ti me enamoré. Yo, esa desencantada de la vida que creía que esas cosas que salen en las películas no existían jamás. Y mírame, siendo la idiota más idiota del lugar, todo gracias a ti.

Tengo un secreto... shhh
Odio las noches en vela. Me creo capaz de todo, me siento valiente. Pero luego sale el sol y todo se desvanece.

jueves, 20 de enero de 2011

Quiero encontrarme contigo bajo una lluvia torrencial. Y besarte. Y que nos olvidemos de todo lo que fue.

Entre canción y canción...

Ente canción y canción pienso en ti.



No quiero olvidarte.
No quiero.
¿No puedo?

Preguntas que no me respondes

Desearía que estuvieras aquí... Entre lágrimas imagino que aquél fatídico día fue distinto. Imagino las sonrisas nerviosas, mis dedos rozándote con verguenza y sin atreverme a más, caricias que pondrían mis pelos de punta. ¿Por qué te fuiste? Y más importante aún ¿Por qué no vuelves?
Estás tan lejos que ni siquiera te puedo gritar para que me escuches. Aunque ya sabes que jamás fui capaz de gritarte. Hoy he recordado la única vez que me enfadé lo suficiente como para colgarte el teléfono. Y tambien recuerdo que tardé sólo media hora en pedirte perdón. Porque la distancia duele demasiado. Acércate para que pueda susurrarte.

miércoles, 19 de enero de 2011

"Piensa que si unn día ella no está echarás de menos hasta su caminar, su despertar, su forma de hablar, su mal humor, su estar mejor, su pelo y su voz."

Niebla, Supersumarina.
En el autobús de vuelta miraba por la ventana, ocultaba mis lágrimas de otros pasajeros sin historias que contar. Y tú, sentada en la cama de tu cuarto, no pensabas en mí.
- Anoche la lie mucho, estaba hablando con él y me besó. Fue un beso tonto, pero no debió pasar, teniendo en cuenta lo que tú tienes con él.
- Él no es mi novio, puede hacer lo que quiera.
- Ya, pero yo soy tu amiga.
- Las dos sabesmos que tú estás más enamorada de él que yo.
- Sí, pero también sabemos que él está más enamorado de ti que de mí.
- Hace mucho que no sale nada bueno de mí.
- Sabes que yo te quiero igual...
- Sí, pero yo ya no me quiero..
Creo que hace tiempo no me paro a pensar. Tengo esa estúpida manía de hacer una cosa tras otra, sin parar, como si manterme ocupada es lo mejor que puedo hacer, probablemente de aquí vienen todos mis problemas de ansiedad. Antes solía tumbarme en la cama, ponerme los cascos y dejarme llevar. Ya nunca lo hago. Supongo que tengo MIEDO.

Otra cosa que llama la atención son la cantidad de suspiros por minuto. Siempre he suspirado mucho, ultimamente he aumentado el número. Estoy cayendo en la MELANCOLEMIA.

Lo que más me preocupa últimamente es el orden/desorden de mi habitación. Recojo mi cuarto todos los días, y a los 10 minutos está todo revuelto de nuevo. Puede tener que ver con lo primero que he escrito, no paro quieta. Pero lo importante es esta nueva obsesión que me ha entrado de tenerlo todo ordenado, metido en cajas, separado en distintos lugares. Creo que me estoy volviendo un poco LOCA.

Y por último, esa manía que tengo de sonreir pensando en ti. Parece que sigo un poco ENAMORADA.

lunes, 17 de enero de 2011

Hoy he mandado un email, y ya sabes, con esa manía que tengo de llevarlo todo a tu terreno, he recordado que desde que te mandaba emails a ti, apenas había mandado ninguno, así que me he metido a curiosear (traducido: a leer cosas que sé que van a doler), y al leer todos esos mensajes sin respuesta, al ver lo deseperada que estaba por finjir que todo iba bien y así conseguir que volvieras. No lo conseguí.

domingo, 16 de enero de 2011

"No he tenido jamás la intención de dolerte, pero te he dolido"

Despistaos, después de disimular

viernes, 14 de enero de 2011

He conocido a alguién... No tiene tus ojos, ni esa sonrisa que me enamoró. Tampoco tiene tu gracia ni tu acento del sur. Nunca consigue que me duerma cuando parece imposible. Es totalmente incapaz de hacer que me ria en los peores momentos. No me hace sentir que necesito su esencia cada segundo, ni siquiera le echo de menos los días en los que no hablamos. No tiene tu estilo, y por supuesto, no sabe llevar tacones. No tengo ni de lejos la confianza que tuve contigo, ni las ganas de cambiar por él. El mundo no desaparece cuando estoy con él. No somos capaces de hablar durante horas, ni de disfrutar del simple silencio.

¿Sabes qué? Olvídalo, no he dicho nada.

Como de aquí a la luna y vuelta!

Te quiero

Porque sí. Porque me apetecía decírtelo. Bueno, a ti o al infinito mundo de internet al que le hablo últimamente como si fueras tú. ¿Que por qué te quiero? Ya no lo sé. En su momento tenía sentido, pero ha ido enmarañandose todo desde que no estás. Porque que te vayas así duele, ¿recuerdas? Y es que tenemos tantas cosas juntas que nunca podrás separarte del todo de mí.

Quiero pensar que me he llevado un pedacito de tu corazón, aunque al irte sin apenas explicaciones, nunca me dijiste si era así. Tú te has llevado cientas de pequeñas porciones del mío, lo sé porque son las partes que me duelen cuando pienso en ti.

Te preguntarás que a qué viene esta entrada, que ya ha pasado mucho tiempo, que es imposible que siga en el mismo punto que cuando te marchaste. Lo siento, no tengo respuesta para eso. Sólo se que echo de menos decirte al oído mil, veces al día, que te quiero.
Y quiero pasear mis dedos por cada uno de tus oscuros rizos, tendré que conformarme con el único mechón que queda aquí conmigo.

jueves, 13 de enero de 2011

Hoy es uno de esos días en los que solo me calma(ba)s tú.
"- Debería hacerte feliz...
- Me haces feliz.
- No estás feliz.
- Estaría mucho peor si no estuvieras conmigo."

miércoles, 12 de enero de 2011

- Es que joder, voy a tener que encerrarme en casa y tirar ordenador, tele, libros, mi cama, TODO, para que nada me recuerde a ella. Me pasan una canción, ella escribió sobre esa canción: entro en un blog y ahí, en primera plana, el grupo del que ella me habló; cojo un libro, la primera escena, la describimos ella y yo en una noche de tantas. Si es que nada más salir de casa están las escaleras donde tuvimos EL MOMENTO, sus escaleras. ¿Sabes lo que me cuesta no sentarme allí y pasar las horas llorando?
- Todo pasa.
- Sí, ¿pero tengo que pasar por todo esto cada día hasta que termine?
Qué ilusa, pensar que iba a escuchar una canción cualquiera y no me iba a recordar a ti. Justo había recordado que ese grupo te gustaba a ti y mientras lo comentaba, esa frase "tu juego me ha dejado así". Y vaya cómo me ha dejado. ¿Qué tiene el mundo en mi contra que quiere que pase las noches llorando por ti? No sé que fue lo que hice para merecerme esto, no sé lo que te hice.

¿Recuerdas esa sensación, cuando te da un vuelco el corazón? Todo lo que tiene que ver contigo me lo provoca. He vuelto a repasar tus cartas, y tu foto, esa que siempre consigue que sonría entre lágrimas. Aunque ya sabes, es una de esas sonrisas tristes que no te gustan.

Mírame, pero mírame de verdad, tu juego me ha dejado así. Yo he perdido.
- ¿No vas a hablar conmigo?
- No tengo nada que decirte.
- ¿Qué es lo que he hecho mal?
- Me besaste..
- ¿Y eso es malo?
- Lo es si después de hacerlo me dices "todo me sale mal" y te vas.

martes, 11 de enero de 2011

Ella quitó la mochila que él tenía sobre las piernas para poder sentarse encima de él. Agarró su cara con suavidad, buscando toda su atención, últimamente odiaba los silencios.
- ¿Crees que todo volverá a ser como antes?
- Espero que no...
A ella le impactó esa respuesta, no era la que se esperaba, sobretodo sabiendo que él llevaba las últimas semanas intentando enseñarle el lado bueno de la vida para que saliera de su tristeza crónica.
- ¿Por qué no?
- Porque antes yo me sentía estúpido queriendo a alguien que no parecía quererme a mí.
Ella siempre tuvo la costumbre de acariciar su nuca, justo al borde del nacimiento del pelo, en ese momento acababa de recuperar esa manía, sin darse cuenta.
- Sabes que sí que te quería.
- Pero no lo suficiente, nunca fue suficiente.
Ella sacó a relucir su sonrisa triste y apartó la mirada. Esta vez fue él el que agarró su cara, para coseguir borrar esa sonrisa con un beso. Porque para él, eso tampoco era suficiente.
Hoy he leido un texto escrito por alguien desconocido, pero me ha llegado muy dentro. He leido cada palabra como si lo hubieras escrito tú y lo hubieras dirigido a mí. No voy a entrar en detalles, sólo diré que es lo único que yo necesito escuchar. Pero al terminar de leer me he dado cuenta de que eso no iba a pasar nunca, tú ya has pasado página, hace tiempo que no escribes para mí.

lunes, 10 de enero de 2011

- Todo esto es un asco. Estoy tan cansada de estar aquí, sin poder hacer nada, de estar pensando en qué es lo que hace ella, en si me echa de menos, en si puedo hacer algo...
- Tienes que sacártela de la cabeza, ha pasado ya un monton de tiempo.
- Estaba echando cuentas del tiempo que llevo sin hablar con ella, y he caido que el último día, el día que fui a verla, era nuestro aniversario. Qué asco da todo. En serio.

sábado, 8 de enero de 2011

Estoy a punto de ver amanecer después de una noche en vela, y ¿sabes qué? Esto tampoco es lo mismo sin ti.
Quiero colarme por cada resquicio que dejes abierto.
- Es gracioso, cuanto menos sé de ella, más la echo de menos.
- ¿Dónde está la gracia?
- No lo sé, yo ya me rio por no llorar.
- ¿Por qué me llamas?
- Necesitaba oir tu voz...
- ¿A las cinco de la mañana? Lo que necesitas es dormir.
- Llevo varias noches sin dormir...
- ¿Por qué? ¿Estás bien?
- No lo sé... Me siento vacía... Me siento sola...

Y sólo diez minutos después él estaba tumbado en su cama, abrazándola. Y ella por fin pudo conciliar el sueño.

viernes, 7 de enero de 2011

Supongo que me da envidia, saber que pasais las horas hablando hasta las tantas de la madrugada sin importar que al día siguiente hay otro día que teneis que vivir. Envidia no es suficiente, me jode, eso sería lo que más se le acerca. Echo de menos los días en que yo tambien tenía eso. Y ahora me falta todo... y al parecer me he convertido en una estúpida egoista.

miércoles, 5 de enero de 2011

Hace tiempo que ella y él no saben lo que hacer, es un tira y afloja que nunca acaba. Él con miedo a entregarse a ella, que no sabe lo que quiere. Ella, que sabe lo que quiere querer, pero no se olvida de lo que no puede dejar de querer. Hay quien dice que pasean por la calle agarrados de la mano, como una pareja feliz y normal. Sólo ellos saben que los silencios les inundan por las calles, y que las lágrimas de ella brotan con demasiada frecuencia. Él echa de menos las noches de alcohol, pero más la echaba de menos a ella. Ella echa de menos a aquél al que amó, pero se echa más de menos a sí misma. Los dos trabajan demasiado en esta relación. ¿Eso es el amor?

Pero es que al abrazarse bajo las sábanas, ella sonrie sobre su pecho y a él se le olvida el cubata y la rubia de turno. Y cuando ella le mira a los ojos sabe que es él, el único que puede hacerla feliz de nuevo. Todos dicen que ella es una egoista que le está utilizando, pero lo que no saben es que él la obligó a hacerlo. Porque no pueden existir sonreir si no están juntos. Porque siempre serán ella y él.

Maldita Nerea

No sé cuando ha pasado, pero a mí ya no me van las pelis de miedo, prefiero enamorarme. Pronto empieza todo a hacerse triste, tú también lo prometiste, fuimos dos equivocados. Me habría gustado tener razón, y dejar de tener ganas de odiarte. Sólo es un infierno sostenido, parece que nunca va a acabarse. Todo está lleno de abrazos vacíos, de miedo a encontrarnos, y yo me quedo sin aire. Y es que necesito verte aquí, tu mirada me hace grande. Demasiado desafío, yo no puedo ser tan fuerte, te lo dije mil veces y no quisiste escucharme. ¿Qué te parece? Tú y yo solos, sin nada que decir. Creo que es un gran plan. Si quisieras confiar en mí, nunca es tarde, estaré aquí esperando, como siempre.

He llenado esta entrada de trocitos de lo que me recuerda a ti, de eso que hacía enteras las mitades, montones de esperanza, pedacitos de canción. Y es que con tanto y con tan poco, se hizo grande la ilusión, se acercaron las distancias, dejamos clara la intención de ser todo lo que somos, dos en uno y uno en dos. ¿Recuerdas? Mi corazón se muere si le faltas, por eso siempre te persigue. Tan solo entiendo lo que dices si lo dices sin palabras. Yo te lo cuento y tú no me crees. Cierra los ojos, dime ¿qué ves? Si me acompañas no tengo ni miedo ni sueño. Te quiero tumbada en la hierba mirandome hasta el mediodía.

No sé lo que daría yo por retenerte al menos otro instante. Es el final que no quisimos
, pero por desgracia, llegó. Nos queda al menos lo vivido. Y el cielo aquél que tanto me gustaba regalarte hace tiempo que dejó de ser azul. Dime, ¿qué pasó para que todo fuera tan distante?Qué fácil me llegas y que tiste el adiós.

Sólo espero que algunas noches me recuerdes, no me dejes de sentir. Tu mirada sigue aquí. Yo andaré cerca por si vuelves esas palabras a decir.

martes, 4 de enero de 2011

Lo más duro de todo esto, es saber que no volveré a verte.
El timbre suena una y otra vez, pero nunca eres tú.
- ¿Cuántas veces al día digo eso de "eso lo hacía con R" o "eso me recuerda a R" o "Eso era cuando hablaba con R"...?
- Vale, lo he entendido, no hace falta que me des más ejemplos... Pero sí, lo dices mil veces al día. No te preocupes, te entiendo, y lo soportaré mientras dure.
Me gustaría ser capaz de hacer lo que quiero sin pensar en las consecuencias. Quiero comerte la boca hasta dejarte sin aire y olvidarme de llorar por las noches. Quiero poder dormir sin caer rendida con un inevitable dolor de cabeza. Quiero sonreir al aire, y que esta vez sea de verdad. Quiero mirarte y que me devuelvas la mirada. Quiero... Qué narices, te quiero a ti.
No tenía casi aliento, había empezado a correr tantas calles atrás que lo que le rodeaba ahora era totalmente distinto a lo que rodeaba minutos atrás, y a lo que le rodearía minutos más tarde. Porque sabía a dónde se dirigía,incluso sin habérselo planteado, ya no le hacía falta.

lunes, 3 de enero de 2011

- Voy a decir esto en voz alta una sola vez. Te va a doler, yo me voy a sentir fatal por hacerte esto, pero te necesito. Necesito que hagas como que no soy una estúpida egoista, y que me abraces, porque te necesito... Le echo de menos...

Y él la abrazó, porque aunque tenía el alma partida en dos,y una parte la odiara por no quererlo sólo a él, la otra la quería sólo a ella. Y es que estaban hechos el uno para el otro, él lo sabía, y se había propuesto que ella tambien lo supiera.
- Estoy escuchando una canción que me recuerda siempre a ti.
- ¿Cuál?
- Te lo digo sólo si no la escuchas...
- Bueno, tú dime y luego ya decido.
- I don´t wanna miss a thing.
- La que tenía de tono en el movil... La cambié por la cosa de "me llaman y no es ella".
- Sí... ¿La has escuchado?
- No, pero sólo pensar en ella ya me deprime.

domingo, 2 de enero de 2011

- Estoy en esos días del mes...
- ¿Estás con la regla?
- No, estoy pensando que dentro de dos horas hace un año y 10 meses que la conocí.
"- Claro, algo malo tenía que tener...
- Tiene muchas cosas malas. Principalmente, no es TÚ."
- ¿Le hubieras besado ayer?
- Pues... sí. Y hoy y mañana...Ays, si es que me falta valentía.
"- Te echo de menos a todas horas...
- Ya...
- Todo el tiempo estás en mi cabeza.
- Que no me ablandes!
- Cada segundo... Todo el tiempo pensando en ti...
- No!
- No dejo de pensar en ti ni un instante... Si no estás en mi cabeza es que estoy muerto.
- Sonrisa tonta...
- Me encanta...
- Me voy a pegar para no tenerla! Haces lo que quieres conmigo!
- Eso tambien me encanta!"


Hay cosas que nunca cambian... otras sí. Entre tú y yo pasa exactamente lo mismo.
- ¿Qué haces?
- Leer conversaciones...
- Muy mal.
- Lo sé... Qué triste es la vida a veces...
- Y más que la hacemos nosotras...
- Estoy sensible.
- Si lees eso te pondrás peor.
- La echo de menos...
- Es normal... Pero acaba pasando esa sensación.
- Supongo... Pero por ahora sigo vacía.

sábado, 1 de enero de 2011

Me he dado cuenta de que nada es lo mismo sin ti.