martes, 21 de junio de 2022

¿Y sí el hablara así con otra chica...

 .... no te molestaría?


Y ahí fue donde la seguridad de que no había hecho nada malo empezó a desaparecer. Por supuesto lo negué, pero por supuesto que me habría molestado.

Fin de semana de chicas, despedida de soltera, alcohol, fiesta y desfase. Como suele pasar, nos juntamos con una despedida de soltero y empecé a hablar con un chico. Al principio todo fue muy inocente, pero a medida que pasaban las horas (sí, horas) en la conversación empezó a haber destellos, gestos, frases, que dejaban entrever que había atracción.

Por supuesto, desde un principio dejé claro que tenía novio y que soy fiel (incluso con copas de más). Él comenzó la noche diciéndome que estaba casado, así que yo bajé las barreras, tonta de mí. Más tarde me enteré de que su relación era abierta y la imposibilidad de que pasara algo entre nosotros no era tal y como yo la había entendido. 

Él se esforzó en hacerme ver que que dos personas que se atraían podían hablar sin que fuera algo malo. Yo me lo creí. Hasta que al mirar a mí mejor amiga está me negó con la cabeza, indicándome que no debía seguir por ese camino. Y con solo ese gesto la culpabilidad entró en mí y me despedí de él. 

Y aquí empezó la charla y me hizo ver que si mi novio hablara con otra así, yo me habría enfadado. Sé que no habría pasado nada entre nosotros, pero las ganas estaban ahí. Era tal mi culpabilidad que, al volver a casa, se lo conté a mi novio (obviamente, le conté una versión edulcorada y lo hice entre risas, "hay que ver, me riñen por hablar con otro"). Pero lo que no conté fue que lo disfruté, que echaba de menos esas sensaciones, que echo de menos esa chispa, que hubiera estado bien intercambiar teléfonos para, aunque fuera a través de whatsapp, volver a sentir eso. 


Y tampoco conté que no es la primera vez que me he sentido así.

sábado, 28 de mayo de 2022

El pasado

 Una de mis amigas se casa y, como resulta ser que soy una obsesa del orden y un poco diógenes, ha caído sobre mí la tarea de buscar fotos del grupo de amigas cuando aún íbamos al instituto. Y claro, todo el mundo sabe que una vez que entras en el pasado es imposible salir.

De pronto tenía ante mí fotos de todos los hombres de mi vida. Y no solo fotos, porque también guardo textos, conversaciones, pensamientos... Me he dado cuenta de que mis relaciones se acaban pero yo no las cierro. No he podido evitar imaginarme cómo sería mi vida si siguiera con esos chicos, qué cosas podría haber hecho para evitar que esas relaciones no terminaran. Mi rockero favorito, mi motorista fantasma, el chico de los lacasitos, y "tú" y "él", todos habéis conquistado un pedacito de mí y habéis puesto vuestra bandera en él y nadie es capaz de reconquistar ese territorio.

Ahora, en una relación de ocho años, ya no hay incertidumbre, no hay cosquilleos, no hay dudas. No hay sobresaltos, no hay miedos, no hay llantos. Pero echo de menos muchas cosas que se sienten cuando una relación comienza. Echo de menos las sopresas.

Ay, la vida, pasas años buscando algo y cuando lo encuentras echas de menos seguir buscando.


"No miréis al pasado, de ahí no puede salir nada bueno"

lunes, 26 de abril de 2021

Acabó mal

 Anoche soñé contigo, ¿quién me lo iba a decir? Han pasado tantos años que ya he perdido la cuenta. Siento que soy una persona totalmente distinta de aquella que cometió tantos errores. Supongo que tú también lo serás.

Lo bonito de nuestra historia es que te recuerdo con tanto cariño que, a pesar de cómo terminó todo, sé que a día de hoy, si nos volvieramos a conocer, volveríamos a conectar con la misma intensidad.

 Probablemente jamás nos diríamos te quiero. Y eso es una pena. 

Porque me enamoré de ti. Aunque yo sabía la verdad, no pude evitarlo. Así de especial eres. 

Puede que si yo hubiera hecho las cosas mejor hubieramos sido grandes amigas y nuestra historia habría acabado de forma distinta. O no habría acabado.

Pero no supe manejar la situación, no esperaba que profundizaramos tanto la una en la otra. Y no supe parar. No quise parar. 


Y acabó mal. 



sábado, 8 de febrero de 2020

Pasan los años y sigo entrando aquí de vez en cuando. Me sorprende descubrir que sigo sintiéndome igual que 10 años atrás. Parece que el tiempo pasa pero los miedos y las incertidumbres se han quedado conmigo.

Sigo preguntándome si de verdad me quiere. Si hubiera sido mejor hacer las cosas de forma distinta. Si los trenes pueden ser detenidos. Si el destino que me espera es el que yo deseo.

Quien sabe, quizá todo el camino que llevo andado me sirva para llegar hasta donde siempre quise. O puede que esta vida me depare solo eso, caminar.

domingo, 29 de octubre de 2017

Por qué yo te quiero tanto si tú me quieres tan mal.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Tú  sigue dejando que me vaya, sin un atisbo de pena, sin un te echo de menos, sin un qué ganas de que vuelvas y... puede que un día se me acaben las ganas de volver.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Nadie debería emborracharse tanto

Nadie debe tomarse en serio una petición de matrimonio después de la barra libre en una boda. Pero la estupidez humana, o al menos la mía, llega a niveles insospechados. Cuando la persona a la que quieres te dice que todo lo que va a hacer a partir de ahora será para hacerte feliz, es difícil evitar que se te cuele un poquito dentro y que, de hecho, en ese momento te haga muy feliz.
Cuando esa persona que siempre te dice que jamás se casará, se te acerca, te coge las manos y te dice que no mañana, quizá no dentro de un año, pero que en cuanto sea posible quiere verte vestida de blanco y feliz, se te mete un poquito dentro y, de hecho, te hace un poquito feliz.
Pero luego llega la mañana siguiente y todo eso se ha borrado de la mente de una de las dos personas que vivieron ese momento y así, todo lo que se me quedó dentro, me duele un poquito más a cada segundo.