domingo, 30 de septiembre de 2012

El destino está en mi contra...
...te toca a ti hacer que suceda.

Y buscar el calor en otra parte.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Me estoy convirtiendo en una experta en dar largas sin cerrarme puertas. Porque hace tiempo que ya no sé lo quiero, y básicamente me mantengo firme hasta que encuentran mi punto débil y me dejo llevar. Mi arma secreta es la distancia, si no está cerca es fácil de ignorar; si no lo veo, no lo siento. Pero son demasiadas conversaciones que me dejan con las ganas, y tarde o temprano, tengo que caer.
Hoy he cenado "lacasitos"
y mañana me arrepentiré.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Lo mejor del frío es acurrucarse...
... pero tú nunca estás lo suficientemente cerca.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Dices que la peor limitación es la que tú te pones, pero no entiendes que la gente es como es, que yo soy como soy, y eso no puedo cambiarlo. A mí tampoco me gusta, pero chico, es lo que hay. Puedes pasar dos horas intentando convencerme de que hay un futuro perfecto al alcance de mi mano, pero no vas a conseguirlo. Que para ti no es suficiente, pero yo me conformo con mis pedacitos de perfección en este mar imperfecto. No te has parado a pensar que igual no soy yo la que pongo los límites, sino esta sociedad en la que vivimos, la que decide lo que está bien y lo que está mal. Porque no lo digo yo, está mal a tantos niveles que ya nadie puede salvarnos, que hace tiempo que se nos escapó de las manos y no hay manera de volver a encerrarlo en aquél cajón. Sigamos confiando en nuestra capa de invisibilidad.

Que yo sigo queriendo mis lacasitos

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mientras me alejaba escuché tu respuesta, sólo tuve que girarme y, con una sonrisa al aire, de las mejores, no te hizo falta mi respuesta.
"- ¿Qué me das si lo consigo?
- ¿Qué quieres?
- No sé, ¿qué me ofreces?
- ¿Un beso?."
Así sí que apetece ganar una apuesta. 

martes, 25 de septiembre de 2012


Necesitaba esto. Necesitaba conocer a alguien, pasar horas hablando, entre sonrisas y besos. Sin pensar. Sin imaginar un mañana, sin interpretar el ayer. Simple. Ver el amanecer y despedirse, quién sabe hasta cuándo. Sin nada que estropee ese recuerdo. Quizá nunca nos volvamos a ver, o puede que el destino se esfuerce por nosotros, pero si no es así, habrá sido una noche magnífica, entre tú y yo, alcohol y mariposas.

Un soplo de aire fresco.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.

Buenas noches
que preceden a días largos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Las hormonas son malas compañeras de viaje.
 O buenas. 
Yo qué sé.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Estoy dividida en dos mitades, y no sé a cuál de las dos hacer caso. Entre los silencios, las hormonas, los consejos, tu actitud, la presión, las noches, el frío, el calor, el orgullo, los sentimientos, los vacíos, tu imperfección, y la mía, los recuerdos, el pasado, las estrellas, los llantos... las ganas. Son demasiadas cosas a tener en cuenta y sólo un segundo de decisión. Me sobrepasa. No doy para más. Estoy a expensas del momento. El momento en el que vuelva a caer, que tarde o temprano llegará, porque te quiero aquí, a pesar de todo. A pesar de que tú no eres lo que me conviene, a pesar de que contigo dejo de ser yo.

Quisiera decir que se acabó,
pero ya he dejado de mentirme.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El viento no te lleva a donde tú quieres llegar, sólo te arrastra sin dirección, hasta que se cansa y te deja tirado en cualquier esquina. Si quieres estar en algún sitio, ve. Si quieres encontrar algo, búscalo. Si quieres tener algo, consíguelo. Si quieres sentir algo con tus manos, tócalo. Si quieres que pase algo, haz que pase.
Nadie lo hará por ti.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Es demasiado cansado seguir dando vueltas en círculo, pero haga lo que haga siempre vuelvo aquí. No importa el empeño que ponga en buscar diferentes caminos, siempre acabo en Roma. A veces Roma es esa ciudad en la que desearía perderme, y otras, sólo quiero escapar. Porque hace frío aquí, por muchas mantas que me tiendas, y aparece demasiada gente interfiriendo en mi historia. Levanto orgullosa la mirada, pero el viento me hace cerrar los ojos. Nunca supe dejarme llevar y no soy capaz de empezar ahora. Quisiera conformarme, pero Roma no es lo suficientemente grande.



"Dadme un punto de apoyo 
y moveré el mundo"

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ocultaré que yo no he ganado, entre cien capas de orgullo.

martes, 18 de septiembre de 2012

Me enamoré de tu forma de deshacer la cama.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Echo de menos las estrellas...
...0 algo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Qué difícil elegir desde que puente saltar


Es sentir tu mirada sobre mí y notar cómo el mundo tiembla. Me he cansado de esconder las sonrisas que me provocas, de no poder desear tus labios, de fingir que todo esto no es nada, porque no puede serlo. Porque no puedo mirarte como deseo hacerlo, porque nuestros besos son prohibidos, siempre escondidos, porque este momento no es nuestro y quizá nunca llegue a serlo. Todo esto se quedará en un capricho de niña, que se enamoró de quien no debía, y él no supo decirle que no.
...y nunca caer en blando.

sábado, 15 de septiembre de 2012


Todos vamos por la vida buscando algo. Algo para llenar ese hueco que traemos de serie. El caso es que algunos intentan llenarlo con cualquier cosa, lo primero que aparezca, fácil, rápido e intercambiable. Otros, que piensan que ese hueco es importante, se esfuerzan en buscar ese algo que encaja perfectamente y que no necesita repuesto. El problema viene cuando las personas de este último grupo, empiezan a sentir que el agujero es demasiado grande y, que si no lo cierran ya, continuará ensanchándose. Así que cogen algo que saben que no tapará todo el hueco, y creen que, con el tiempo, conseguirán estirarlo y amoldarlo al agujero aunque en su interior sepan que  nunca será perfecto.
Conformarse es una mierda.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Si conduces a demasiada velocidad, es muy fácil perder el control y acabar estrellándote contra la pared. Así es como me siento cada vez que apareces. Por muy fuerte que sujete el volante, sólo es necesario un segundo. A veces me dan ganas de soltar el volante y dejar que el coche me lleve. Otras... sólo quiero atropellarte.
Y otras desearía que te sentaras
y fueras mi copiloto.

Todo aquél que cree que no puede cambiar las cosas, no merece que le dejes intentarlo.
Digo cosas que no pienso, porque pienso demasiado en lo que no digo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

He abierto un cajón que me ha llevado al pasado, y estaba lleno de ti. Hace tiempo que no sé cómo me siento en lo que se refiere a ti, no entiendo por qué, aún sin saber de ti, no me olvido de tu existencia. Puede que sea que cada ver que te recuerdo me sacas una sonrisa. Desearía que todo hubiera acabado de forma diferente, que siguieras en mi vida, de alguna manera, tener un pedazo de ti una vez al mes. Ahora me conformo con lo que me dejaste.


"Sueño que la distancia que nos separa
se hace más corta a cada instante,
pero siempre acabo despertando,
y la realidad me golpea de nuevo
aún más fuerte."
¿A qué planeta me llevarías tú?
Quiero hacerte daño...
                                                             ...y que me dé igual.

lunes, 10 de septiembre de 2012


Eres como esa tortura china en la que dejan caer una gota una y otra vez sobre la frente del pobre torturado. Cada día me das un poco, algo casi imperceptible, y me creo que no es nada, que soy capaz de soportarlo perfectamente. Pero vas dejando marca, me vas desgastando gota a gota. Tú nunca te cansas, porque el esfuerzo que haces es pequeño, pero constante, pero yo... tarde temprano acabaré sucumbiendo y confesaré.

Se me olvida que no estoy encadenada



domingo, 9 de septiembre de 2012

A veces sólo necesitas que venga esa persona a arreglarte el día. Y cuando no está, es cuando descubres la realidad.

Cogería el coche y me iría
hasta donde me quiera llevar.

jueves, 6 de septiembre de 2012

No es cierto que siempre espere lo peor de ti. Siempre espero más, pero nunca llega.
Me cansé de esperar.
Nos mantenemos en el nivel básico.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Falta algo. Aún no sé si lo quiero. Pero falta.


martes, 4 de septiembre de 2012

Tú siempre ganas, aunque ni siquiera sepas que estamos jugando.
He aprendido a no confiar en la gente. Todos somos egoístas y miramos por nuestros propios intereses. Odio a toda esa gente que siempre queda bien, me desquicia hasta límites insospechados. No hay persona que se mienta más a sí misma que esa que dice que nunca te hará daño.

Una noche cualquiera, cierta persona, después de haber acabado con todo el alcohol de la ciudad y cuando los dos estábamos a punto de caer dormidos, me dijo "Al final te haré daño y me odiarás". Seguramente él ni siquiera se acuerda de esa noche, de esa frase, pero a mí se me quedó dentro, porque no lo creí. Y eso que por entonces ya había empezado a descubrir de lo que él era capaz, de que su egoísmo estaba varios pasos por delante. Pero yo, ilusa de mí, me creí que siendo una persona tan racional como soy, no iba a enamorarme, y por tanto, no habría nada que él pudiera hacer para causarme tal daño. Y ahora aquí estoy, viviendo al borde de la línea del odio, sólo por no darle la razón.

El caso es que da igual que lo que me digas me suene a verdad (porque quién dice cosas malas de sí mismo) o suene tan perfecto que simplemente sea imposible, en el fondo de mí cabeza siempre resonará un "no te lo creas", sólo por si acaso.

Total,
que a cabezota no me gana nadie.





Hagamos todo lo que no debemos hacer, y no nos arrepintamos después.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Siempre me acuerdo de ti en época de exámenes, porque fue cuando todo se vino abajo. Y me pregunto cómo te irá la vida, mientras intento decidir cómo me va a mí. Recuerdo muchas cosas, sobretodo buenas, aunque hay de todo, y trato de convencerme de que es posible, que tarde o temprano, todo volverá a irme bien y tendré a alguien que me obligue a estudiar, y le querré aún más por hacerlo.
 
No sé por qué no me sorprende
 echar de menos que me obligaras a levantarme cuando tenía que madrugar. 

domingo, 2 de septiembre de 2012


Llegó un momento en que, por mucho que yo había intentado evitarlo, rompiste todas las barreras, y me desbordé. Permití que todo saliera, sin guardarme nada sólo para mí. Dejé que lo vieras todo, lo bueno y lo malo, te di lo que necesitaste, todo lo que quisiste, todo lo que hacía falta para que tú te quedaras aquí. Te enseñé lo que tenías que hacer para provocarme las sonrisas, pero también aprendiste lo poco que necesitabas para hacerme daño. Y lo aprovechaste todo, para engancharme, para que siguiera aquí por muy lejos que te marcharas, siempre a tus pies. Supiste darme la cantidad exacta de cal y de arena, decirme lo que necesitaba escuchar cuando ya no podía aguantarlo más, cuando ya no quería aguantarlo. Te mostré que era mucho más débil de lo que parecía, conseguiste que te necesitara, y por eso ya no soy capaz de obligarte a marchar.

Pero tú elegiste irte, y yo he conseguido reconstruir cada uno de los muros. 


Dejé allí todo lo que inventé para ti.
Y otra vez me sacas de este ensimismamiento y me haces ver más allá. De nuevo me haces saltar.