martes, 31 de enero de 2012

Muchas canciones te recuerdan a ciertas personas. Porque sonaban en un momento determinado, porque es de ese grupo del que tanto te habló, porque era lo que sonaba en tu móvil cuando llamaba o porque era la que escuchabas cuando se marchó y no podías dejar de llorar. Y luego hay otras que te lo recuerdan porque sí.

lunes, 30 de enero de 2012

... o calla para siempre.

Últimamente siempre elijo esa opción.

domingo, 29 de enero de 2012

Me alegro de que te hayas dado cuenta de que no tienes sentimientos, esperemos a ver cuánto tarda la nueva señora X en darse cuenta y dejarte solo, de nuevo. Y es que si pensaras un poco más en los demás y con una parte distinta de tu cuerpo, estoy segura de que todo iría mejor para todos.

Lo siento.
No me sentiré mal cuando eso pase.


sábado, 28 de enero de 2012

- Dime algo bonito.
- Guapa.
- Dime algo original.
- Me gustas más que los lacasitos.
- Dime algo idiota.
- Te quiero.
Tú ganas.

viernes, 27 de enero de 2012

Pérdida, de tiempo, de paciencia, de memoria (por parte de ciertas personas), de corazas, de dignidad, de integridad, de fuerza, de valentía.

Y eso es lo que se consigue con una tilde.

jueves, 26 de enero de 2012

Perdida. Total y absolutamente perdida. Así me siento.

miércoles, 25 de enero de 2012

Ese segundo en el que se te para el corazón y tras un par de lágrimas sacas una sonrisa.
Gracias

martes, 24 de enero de 2012

No recordaba lo reconstituyente que es un abrazo.
Tus abrazos
son mi nueva droga

lunes, 23 de enero de 2012

Y tras la décima cerveza, me convenciste de que podía ser feliz.
Y yo sólo tuve que dejarme llevar

domingo, 22 de enero de 2012

Cada vez que olvidas que me quieres...
... me recuerdas que te odio.

viernes, 20 de enero de 2012

Sólo buscaba volver a reír, y me encontré con él. Si hubiera estado buscando a alguien que fuera específicamente mi tipo, no le habría encontrado. Porque es todo lo contrario. Es esa persona con la que no ves futuro, que bromea con todos y, peor aún, con todas; que no se toma nada en serio y que jamás hablará conmigo sobre libros. Pero es el que, entre cerveza y cerveza, me saca una sonrisa. El que nada más verme me abraza, porque sabe que lo necesito y que nunca seré capaz de pedirlo. El que se pone muy pesado para obligarme a salir de casa. El que se ofrece, siempre. El que me pica, porque le gusta cuando saco mi faceta de niña cabezota. El que al verme llegar, y por hacer la gracia, me niega los dos besos y luego se arrepiente y me suplica.

Es él, el que quizá nunca sea algo más que un amigo, aunque sé que se merece mucho más que eso.

Para ese que se reía
diciendo que nunca escribiría sobre él.

martes, 17 de enero de 2012

Qué rabia me da(s).

lunes, 16 de enero de 2012

Echo de menos las pesadillas, los sueños me hacen recorrer caminos que duelen.

domingo, 15 de enero de 2012

Quiero que fingir me resulte tan sencillo que hasta yo me lo crea.

viernes, 13 de enero de 2012

Últimamente la luna está bonita casi todas las noches, llueve casi a diario (lo que viene a ser normal aquí) y hace realmente frío. No hay quien se acerque a la playa, si no es con bufanda y manta, pero el mar está increíble, las olas alcanzan varios metros de altura, incluso cuando no lo hacen el mar sigue picado hasta donde alcanza la vista. Tengo los pies fríos, y eso que no estoy descalza. Debería buscar los guantes que tengo escondidos en algún cajón. He conocido a gente que me hace reír y a alguna otra que me saca de quicio por momentos. He desconocido a una sola persona, que hizo que no me conociera a mí misma. Mi madre está obsesionada con la luna y creo que me lo está pegando. Estoy planeando un viaje a Londres que me hace recordar que quiero ir con cierta persona a ver castillos (sí, todavía, aunque haya pasado el tiempo). Mi círculo de amigos ha cambiado, y he tenido la suerte de descubrir que hay amigos de esos de verdad, que aunque no habléis tanto como antes, siguen ahí. También he descubierto que los sentimientos se me escapan de las manos,  por mucho que luche contra ellos. Hoy no se ve la luna, y sigue haciendo frío.

Y a eso me dedico últimamente,
a  nada que tenga sentido
y a subir las visitas del blog de cierta persona desafortunada que se ha encontrado en medio de algo que no es culpa suya.
De pronto te das cuenta de que odias a una persona que no conoces, pero de la que sabes muchas más cosas de las que debería. Porque esa persona tiene algo que tú has perdido. Y eso jode tanto que todo lo que tiene lógica pierde su sentido para dejar paso a esto. Un odio sin sentido, porque no tienes culpa de nada. Y el mal humor que me acompaña últimamente. Porque darse cuenta de la realidad es una mierda. Yo era feliz en mi mundo idiota.

jueves, 12 de enero de 2012

Ya no me das pena. De hecho, me pregunto por qué en algún momento he llegado a sentirme culpable, si en realidad, yo no he hecho nada. Pero acabo de descubrir que tú hiciste mucho más de lo que ya sabía. Jugar con las personas se te da mucho mejor de lo que creía. Y ahora con una triste declaración de intenciones no me vale. Ya no. Se acabó. No quiero seguir jugando. Estás fuera. Lo conseguiste,  ahora ya creo que eres una mala persona. Te quiero fuera de mi vida....
...Y con suerte, fuera de mi cabeza.


Había sido un encuentro fortuito, llevabamos hablando superficialmente apenas unos minutos y ya estabamos a punto de despedirnos cuando una canción procedente de mi bolso provocó que él sonriera con suficiencia, y aunque traté de apagarla rápidamente, él ya la había reconocido.
- ¿Y esa canción? ¿Por qué la tienes de tono de llamada?
- ¿Qué más da?
- Esa canción me recuerda cierta noche...
- Puede que por eso la tenga. Me trae recuerdos de cosas que echo de menos.
- ¿Qué es lo que echas de menos?
- Muchas cosas...
- ¿Por ejemplo?
- Por ejemplo... acurrucarme contigo en la cama.
- Eso tiene fácil solución...
- Pero es muy mala idea.
- ¿Por qué?
- Porque te conozco...
- Sabes que puedo estarme quieto. Te lo prometí una vez y puedo volver a hacerlo.

Y no sé cómo, unos minutos después estábamos tumbados en esa cama que tantas cosas había visto. Mi mano paseaba por tu pecho mientras diferentes pensamientos contradictorios se agolpaban en mi cabeza. Había echado mucho de menos estar así y echaba de menos miles de cosas más, y sabía que en cuanto saliera de aquella habitación la burbuja se rompería y todo volvería a ser como antes. Tomé una decisión de la que quizá me arrepentiría, pero eso sería más tarde. En un rápido y casi desesperado movimiento me coloqué sobre él.
- ¿Qué haces?
- Yo no he prometido nada.
Despierto a tu lado y me pregunto ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Porque tienes la maldita costumbre de hacerme perder  la cabeza.



martes, 10 de enero de 2012

De un trago vacía su copa y, aunque sabe que ya es demasiado, sonríe al camarero para llamar su atención y se pide otra. Aún está lejos de perder la conciencia pero demasiado cerca de hacer una de esas estupideces de las que se arrepentiría al día siguiente. Copa en mano observa la atestada discoteca, buscando algo, o alguien, con lo que quemar las horas. Ni siquiera tiene que moverse del sitio para conseguir lo que desea, un tío cualquiera se acerca a ella, sabe que es una presa fácil y ni siquiera se esfuerza, tampoco es que a ella le importe. Pero justo antes de salir por la puerta aparece él, para evitar las lamentaciones del día siguiente. Se miran, él parece decepcionado, ella ya se había decepcionado mucho tiempo atrás. De camino a casa de él, ella se tropieza colgada de su cuello y él suspira, las cosas antes no eran así. Mientras la ayuda a meterse en la cama él recuerda todos esos buenos momentos que habían pasado juntos, antes de que ella perdiera el norte, y se pregunta si todavía habrá esperanza entre ellos dos. Ella interrumpe sus pensamientos tirando de él hacia la cama.
- Aprovéchate de mí.
- Prefiero que te aproveches tú de mí, mañana.
Él trata de liberarse, pero algo en los ojos suplicantes de ella le conduce a meterse en la cama y abrazarla. Era un abrazo lleno de mensajes que a ella le hizo sentir mejor, y mientras cerraba los ojos para que el vaivén de la habitación cesara, pensó que quizás estaba equivocada, el mundo aún tenía cosas buenas para ofrecerle, sólo faltaba que ella sacara las ganas para disfrutarlas.
Y lejos de estar contenta por mantener la dignidad fingiendo que tus perdones no significan nada para mí, me jode, porque sólo estoy fingiendo. Maldita manía que tienes de meter el dedo en la llaga y activar esa parte de mí que te echa de menos. Porque aunque sepa que no eres para mí, me gustaría que todo fuera diferente.

Sigues poniéndome tan nerviosa que me duele el estómago,
sólo con ver tu nombre encabezando un sms.

lunes, 9 de enero de 2012

He recibido un sms de esos a los que desearía ser capaz de responder lo más secamente posible, pero está claro por la sonrisa que no pude evitar  al leerlo, que necesitaré toda mi fuerza de voluntad para no ser tan gilipollas como siempre.

miércoles, 4 de enero de 2012

"Echo de menos despertar a tu lado."

Lo peor que puedo hacer es creérmelo...