jueves, 29 de diciembre de 2011

- Me rindo. Cada vez que conozco a alguien que me gusta de verdad pasa algo que lo estropea todo.
- Eso es porque siempre te buscas a tíos raros.
- Te recuerdo que tú eres uno de esos tíos raros...
- No, de todos los tíos con los que te has juntado, yo era el único normal. De hecho tengo una teoría, te buscas relaciones que sabes que no van a funcionar para poder estar conmigo.
- Sí, me encanta esta relación tan autodestructiva que tenemos.
- Será autodestructiva, pero es la mejor relación que he tenido hasta ahora.
- ¿Qué opina la rubia de turno de eso que acabas de decir?
- Esta vez es morena, y su opinión sobre este tema importa bastante poco.
- ¿Y qué es lo que importa?
-  Que entre tú y yo siempre habrá algo. Que no importa la cantidad de raritos a los que te juntes, en mi cama siempre habrá sitio para ti. Lo nuestro ya no puede estar más estropeado, y aún así, seguimos aquí.
- Hasta que alguno de los dos tenga valor para marcharse...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Enfadarte con una persona.
Que esa persona pase completamente de tu enfado.
Enfadarte aún más con esa persona por ese motivo.
Enfadarte contigo misma por enfadarte con alguien al que le da igual.
Enfadarte aún más contigo misma por enfadarte porque le de igual.

Y ese es mi estado de humor actualmente...

lunes, 26 de diciembre de 2011

Era una tarde tonta, en ese bar de siempre, con la gente de siempre, las risas de siempre. Y como suele pasar en estos casos, aparece el de siempre. Se sienta en la misma mesa y se une al coro de risas. Y es entonces cuando ella alza su escudo y empieza a fingir, a fingir que no se muere de ganas de abrazarle, que no le odia por estar ahí, como si todo aquello no hubiera existido, que no le odia cuando él le lanza esas miradas que la derriten por dentro, cuando la abraza, cuando se ríen juntos, cuando le da besos en el cuello...
... cuando esos besos se le escapan de las manos.
Me he cansado de fingir que me quieres.

sábado, 24 de diciembre de 2011

No tengo suficiente con cargarme mis relaciones que también lo hago con las de los demás.

Bien por mí...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Paso cada día por aquél parque al que siempre me llevabas, y no puedo evitar buscarte con la mirada entre todos esos bancos, preguntándome si llegará el día en que te vea allí sentado, con otra. Porque ya no soy yo con la que paseas agarrado de la cintura.

Ese parque me trae buenos momentos, y malos. Recuerdo aquél día que tuvimos que salir corriendo para poder apagar nuestro calor, pero también recuerdo aquél día en el que la que salió corriendo fui yo, aquél último día.

Algún día dejaré de buscarte.

martes, 20 de diciembre de 2011

Tú, que vas de chico de duro, de ese al que le da igual todo, que a veces te crees superior y te vuelves un poquillo gilipollas. De repente un día te cruzas con alguien del pasado, y sonríes a través de la lluvia, la ofreces un hueco bajo tu paraguas y durante unos minutos habláis de todo y de nada, porque ha pasado mucho tiempo, pero todo sigue ahí. Tú, que con tan poca cosa, me has alegrado el día.

Va a ser que lo nuestro es el frío.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Echo de menos no sentir un vuelco en el estómago cada vez que sé algo de él.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Era diferente, eso es todo lo que puedo decir. Lo que sentí por ti fue diferente a todo lo que había sentido hasta entonces y a todo lo que sentí después de que te fueras. Me enamoré hasta del último rincón de tu personalidad, incluso de tu odiosa capacidad de saber cuando necesitaba que estuvieras aquí. Pero no era suficiente... y cuando lo supe ya era tarde.


Y yo seguiré aquí a tu lado
a pesar de lo raro que sea nuestro amor...
Lo echaba de menos, meterme bajo las mantas, poner una canción y empezar a escribir, sin nada en la cabeza, simplemente por ver lo que sale. Puedo tacharlo de mi lista de cosas que echo de menos, que es tristemente larga.

Hablar con alguien durante horas, y que nunca sea suficiente.
No tener que madrugar.
Mirar a alguien y que me entren unas ganas locas de lanzarle mi sonrisa.
Caminar de la mano de cierta persona.
Despertar sabiendo que va a ser un gran día.
No querer irme a dormir, por no alejarme de él.
Dormir, sólo dormir, en una cama en concreto.
Coger el teléfono con ilusión.
Tumbarme en el sofá sabiendo que no tengo que hacer nada.
Sentir orgullo al hacer algo bien.
No tener que planificar las cosas, simplemente hacerlas.
Escuchar tu voz. La tuya.
Escribir algo que merezca la pena leer.
Echar de menos a alguien, pero sabiendo que volveré a estar junto a esa persona.
Que el tiempo se me haga lento. Y que pase rápido.
Leer un libro del tirón.
Descubrir música que parece hecha para mí.
Conocer a una persona y saber al instante que no quiero que se marche de mi vida.
Que mis sueños sean menos increíbles que mi realidad.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Habrá que luchar contra las ganas de no salir de casa en una semana, no? O por lo menos echarle la culpa al frío.
Camina golpeando las piedras que descansan sobre la acera mojada después de la lluvia. Apaga su tercer cigarro manchado con carmín rojo, aplastándolo con sus tacones ya desgastados, porque con uno no había sido suficiente. La calle está vacía a estas horas de la noche y sólo se oyen sus pisadas interrumpidas por los escasos coches que pasan, salpicando las calles a su paso. Ella lleva la melena empapada y tiembla de frío, cuando echó a correr no pensó en ello, y ahora sigue sin hacerlo. Porque en su cabeza sólo hay espacio para él, para la última mirada que compartieron mientras aquél "es mejor que lo dejemos" salía de sus labios. Y ella, siempre con su dignidad a cuestas, puso su mejor cara y tras soltar un par de palabras, todo lo que podía decir sin echarse a llorar, se dio la vuelta y puso rumbo a ninguna parte, luchando contra las ganas de volver.

Ojalá fuera una historia de nadie.

No quiero pensar en ti sólo porque ahora mismo necesito a alguien, no quiero que tú seas la primera persona de mi lista cuando no estoy bien. Porque ya no estás aquí, y echarte de menos no mejora estos momentos.

Algún día dejaré de sentirme sola, pero ese día no es hoy. Y si esto es lo que queda después de ti... habría que ver si mereció la pena. Ahora pienso que me enamoré de algo que en realidad no existía, pero también puede ser que mi cabeza intente racionalizar por qué no salió bien.

Quien sabe... yo nunca tengo razón por mucho que lo intente.