La ansiedad forma parte de la vida de los que no podemos dejar de pensar. De los que nos sentimos responsables de todas y cada una de las cosas que hacemos. De los que queremos hacerlo todo, y queremos hacerlo bien. De los que no queremos fallar, nunca.

Algún día...

...todo esto estallará.

Hoy vengo con ganas de guerra, porque que vengas a mi casa, hables con toda mi familia y les enganches a todos igual que hiciste conmigo, bien; pero que justo cuando sales por la puerta me des la puñalada del día, no tan bien. Que parece que no quieres dejar que tenga un día estupendo y siempre acabas con la puntilla que lo estropea todo.

Da igual que en esa hoguera se quemaran muchas cosas, aunque tú tenías mucho más que quemar que yo. Yo ya cerré la cuenta corriente conjunta, y firmé una ley de no reanimar ninguna falsa ilusión de todas esas que se van muriendo poco a poco.

Que  sí, te quiero.

Pero me niego a dejarte hacer lo que quieras.

Te quiero, joder.

Hoy es uno de esos días en los que diría que sí a muchas cosas a las que dije que no.

Se la veía triste. Trataba de sonreír, pero era una sonrisa tan forzada que no engañaba a nadie. A veces me quedaba mirándola mientras él soltaba su discurso, cómo reaccionaba con cada una de sus palabras. Cómo baja la mirada cuando alguna de sus palabras le hacía daño, cómo no le hacía falta fingir sonrisas cuando él se refería a ella, cómo fingía otras sólo para hacerle feliz. Pero también veía cómo poco a poco se apagaba, cómo el la arrastraba hacía una espiral de la que no podía salir. Y muchas veces imaginé que la sacaba de allí, soñé con que ella supiera que yo también estaba allí, que también podía hacerla sonreír. Que yo sí podía hacerla feliz

El débil muy pocas veces vence al fuerte.

Verte desaparecer cada día es más duro que reconocer que siempre te dejaré volver.

Hay borrachos que no cumplen la regla...

...de decir siempre la verdad.

Me llenas la cabeza de pájaros que no me dejan dormir. Pájaros que me dicen millones de cosas que consiguen que se despierten las mariposas de mi estómago. Me buscas, y me encuentras. Porque es imposible esconderse de ti. Le damos vueltas a este mundo que creamos para los dos, pero no termina de girar correctamente. Hay piedras, muchas piedras, contra las que tropezamos una y otra vez. Y los pájaros se asustan, su canto se vuelve tan estridente que mata todo lo que tiene cerca.

                                   Y entonces.....
                                                                  el silencio.

Hoy me ha dado por darles vueltas a la diferencia entre estar solo y la soledad. Lo primero es algo físico, lo segundo es más un sentimiento. Puede no haber nadie a tu alrededor y que no te sientas solo, y puede estar con otra persona y sentirte en la más absoluta soledad. Estar solo se soluciona con una llamada, la soledad no hay teléfono que lo arregle. Creo que yo he conseguido el record, me siento sola y cada vez lo estoy más.

Acabo de decirle a alguien una frase sin importancia, y he retrocedido varios años en el tiempo. Me he acordado de todo lo que hubo, de todas esas palabras, que por mucho que repita, no volverán a significar lo mismo. Que las risas sonaban mucho más alegres, que por las mañanas el sol salía mucho más brillante, que cada noche la luna era más grande, que cada palabra llegaba mucho más adentro... que incluso el silencio contigo era mejor.

Las tornas han cambiado...

...y aún así, todo sigue igual.