martes, 31 de agosto de 2010

Paso por un estado de ánimo distinto cada minuo... Es lo que pasa cuando tu cabeza no deja de dar vueltas, en medio de montón de emociones que me da rabia sentir.

lunes, 30 de agosto de 2010

- Nunca te había visto así...
- Nunca me había sentido así.... Lo jodido es cuando llegas a un punto en el que sabes que no hay esperanza, pero te descubres buscando soluciones porque tu estúpido corazón sigue esperanzado.

domingo, 29 de agosto de 2010

Seis
Pero que sepas que te equivocas...

sábado, 28 de agosto de 2010

200 r.p.m

Y yo sólo quiero una...

viernes, 27 de agosto de 2010

Estrelló el vaso contra la pared, y con ese sonido, confirmó que la vida era una mierda. No encontraba motivos para seguir comportándose como debía. ¿Por qué tenía que comportarse cuando debía si del resto de las (ni siquiera pueden llamarse personas) pseudopersonas que la rodeaban no se comportaba como esperaba de ellos. Era culpa suya, siempre esperaba demasiado de los demás, o al menos eso parecía. Aunque para ella no era demasiado. Se encendió un cigarrillo y lanzó la caja de cerillas sin preocuparse del trayecto que adquiría. ¿Acaso portarse como las personas civilizades, sin joder a nadie, era tan difícil? Echó el humo de su última calada y lanzó el cigarrillo con excelente precisión contra el alcohol que chorreaba por la pared. Prendió instantáneamente. ¿Qué le importaba a ella lo que pasara si ya había perdido la fe en el mundo? Observó como el fuego avanzaba lentamente, acabando con cada recuerdo que tanto había costado conseguir y que tanto necesitaba olvidar. Cuando el humo comenzó a entorpecer su respiración, salió, sin mirar atrás. Sabía que ella misma se estaba quemando junto a todo aquello, no importaba. Ya nada importaba.
He aprendido a no llorarte al cielo
A no buscarte en cada estrella
Pero con cada amanecer me ciego
Y recuerdo... solo recuerdo...

"Leyendo el manual de los olvidos..."

jueves, 26 de agosto de 2010

"Empino la botella mientras miro las estrellas, y pienso,
no te fies nunca ni de ellos ni de ellas."
No tengo ganas de seguir jugando
pero me da miedo perder
muevo mis fichas por el tablero
pero no consigo derribar al rey.
Mis fichas han perdido el color
ya no sé si soy blancas o negras
si voy hacia delante o hacia atrás
quién es el alfil y quién el peón.
Siento que jaque mate está a punto de llegar
no me veo con fuerza de aguantar mucho más
me esforzaré por llegar más lejos
conseguir tablas es a lo único a lo que aspiro.
Hablaba sin fuerza, sin ganas, con esa sonrisa que ya nunca llegaba a sus ojos. Él la miraba, siempre preocupado. Agarró su mano con suavidad, tras ese gesto, se hizo el silencio. Ambos se miraron, ella sintió el impulso de apartar la mano, el impulso de siempre, pero era consciente de que esta vez lo necesitaba. Una lágrima solitaria recorrió su mejilla. Ella bajó la mirada a sus manos entrelazadas, absorvida por un remolino de emociones que no quería experimentar. De pronto ese gesto significaba más de lo que ella se sentía capaz de afrontar. Liberó la mano con delicadeza, sin ser capaz de levantar la mirada.
- Sabes que no puede ser...
- Sólo me estoy portando como un amigo.
Ella volvió a mirarle.
- Puede que aquí parezcas un amigo - dijo mientras se apuntaba a la sien. Después trasladó la mano al corazón - pero aquí no lo eres.
Él se envalentonó con esa confesión.
- ¿Y por qué no haces caso a tu corazón?
- Porque por no hacer caso a mi cabeza, ahora estoy así.
- No tiene por qué ser igual.
- No tiene por qué ser distinto. - contraatacó ella.
- ¿Vas a vivir con ese miedo siempre?
- No lo sé - ella se recostó en la silla, suspirando - puede que alguien consiga que vuelva a ser valiente.
- Pero yo no soy ese alguien, ¿no? - estaba molesto, normal. Ya estaba cansado de ser rechazado una y otra vez por la misma persona.
- Lo siento, pero lo que yo necesito ahora es esto - esta vez fue ella la que entrelazó sus manos con las de él - si no puedes con eso, es mejor que lo dejemos aquí.
Él lo pensó un instante. Cuando separó una de sus manos, ella pensó que todo estaba perdido. Para su sorpresa, él recorrió el rastro que había dejado la lágrima por su mejilla. Ella sonrió y un pequeño brillo de esperanza apareció en sus ojos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Me escapo en el tren con destino: lejos.
Entiendo lo que eso significa y asumo las consecuencias.
Lo dejo todo, no me llevo nada.
Juro que volveré, solo cuando esté preparada.
¿Qué hacía ella? Siempre sentada en el mismo lugar, con el frio erizando su piel, imaginando esos brazos que hace tiempo la abrazaban, y reconfortaban cuando se sentía mal. Ese abrazo que repetía en su imaginación, noche, tarde y día. Año tras año. Olvidada en aquél rincón del mundo en el que se escondía de la felicidad. Pues sabía que ya no era para ella. Sabía que el frio era el que siempre estaría allí para abrazarla.

"No me jode por los sueños
me jode por los inviernos
que parecían primaveras"

martes, 24 de agosto de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

Cuatro

¿Quién dijo miedo?

Tengo que enfrentarme a mi reflejo de nuevo, volver a verme a mí, y no a la fachada triste que últimamente me representa. Buscar al fondo de mis pupilas la felicidad que ahora se esconde del mundo. Sé que estás ahí.
¿Qué ha sido eso? ¿Un brillo? No te escondas, que te he visto, no vas a volver a desaparecer...



"Porque soñar
ya no es bonito ni feo"

domingo, 22 de agosto de 2010

No te engañes. Nada ha terminado. No puedes recoger tus jirones y marcharte lejos a entretejer la tela con otro. Las costuras desgarradas no tienen fácil arreglo. Así que, señorita costurera, no olvides que fueron mis hilos los que formaron la prenda, nadie más logrará ver los místicos rayos que desprenden de ella. No olvides, pequeña costurera, que trabajaste día y noche, sin descanso, ni dedal, te pinchaste tantas veces que tu sangre se mezcló con mi magia. Sé que rechacé regalarte aquella máquina que tanto querías, nunca entendiste que los hilos con los que tan fino hilabas no soportarían tocar otra cosa que no fueran tus delicadas manos. Escucha atentamente, querida costurera, nadie te venderá jamás hilos como los que yo te regalaba, por el módico precio de una sonrisa. Señora costurera, no olvides que tus ropas ya no volverán a ser como antes eran, porque, como digo, mi dulce costurera, siempre sabrás que en alguna parte estoy yo, con los hilos que conseguían que tus ropas fueran maravillosas.
Hasta luego, señorita costurera, siempre hasta luego.

viernes, 20 de agosto de 2010

Autómata

Me he convertido en una autómata. Que dice las palabras sin sentirlas, que camina sin preguntarse hacia dónde le llevan sus pies. Qué fácil vivir así, sin pensar, sin sentir, sin sufrir. Simplemente viviendo. Cierto es que no volveré a sentir el viento sobre la cara, ni a disfrutar del reconfortante rayo de sol un día de verano cualquiera. Pero merece la pena si así evito sentir los agónicos latidos de mi desgarrado corazón. Algunos dirán que es una solución extrema, pero sólo yo sé que la situación lo requiere. No funcionaron las continuas borracheras ni las tardes llorando las penas. Ni el chocolate, ni siquiera el chocolate. Probé el refugio que ofrecían mi familia y mis amigos. Probé a esconderme en la soledad esperando la cicatrización de las heridas. Probé a quererte, y a dejar de hacerlo. Probé a mentirme y a decirme la verdad. Intenté mentirle al mundo, y para mi sorpresa, el mundo me creyó. Pero eso no me ayudó a sanar, o quizás sí, porque fue el comienzo.El comienzo del camino para llegar a lo que soy ahora. Me he convertido en una autómata.

jueves, 19 de agosto de 2010

¿Notas como el viento te rodea? Cierra los ojos y siente como tus pies se elevan del suelo. Deja que el viento desordene tu melena, y ya que está, que se encargue de tus ideas. Que las revuelva, las descoloque y las cambie por completo. Déjate llevar, siente como tu peso se aligera, y con él, el peso de cada uno de tus problemas.

Y ahora... déjame ser ese viento. Déja que te ayude a volar de nuevo. Deja que provoque que tus alas de angel vuelvan a brillar como lo hacían entonces.

No me mires...

No vaya a ser que veas algo que te guste y no puedas volverte a marchar.

miércoles, 18 de agosto de 2010

- ¿Qué crees que haces? - preguntó él mientras se avalanzaba sobre ella para quitarle el teléfono.
- Llamar - contestó ella, como si fuera tan obvio que no era necesaria ninguna explicación. De hecho, así era.
- ¿De verdad quieres hacerlo? - él había conseguido arrebatarle el movil, y ahora dudaba si debería devolvérselo.
- Eh... sí - su tono sonó irritado - soy mayorcita... Gracias - cogió su movil, aunque a él le costó devolvérselo.
- No va a contestar... - él habló tan bajito que ella no estaba segura de si había pretendido que lo escuchara. No hacía falta haberlo oído, ella ya sabía lo patética que resultaba, aunque nadie se había atrevido a decírselo. Aún.
Ella dudó unos segundos antes de pulsar el botón de llamada. Patética o no, sabía lo que quería hacer.

martes, 17 de agosto de 2010

Un minuto

Dime que me quieres, que nada más importa. Mienteme. Mienteme cn todas tus ganas. Imagina que este es mi último minuto en el mundo, y tú sólo deseas que me vaya feliz. Miénteme. Háblame de esa vida que podríamos tener. De nuestras manos agarradas mientras paseamos. De las caricias furtivas y las sonrisas radiantes. No te pido más. Sólo pido que mi corazón vuelva a latir durante un minuto. No me importa lo que venga después. Siempre podré recordar ese minuto. Mienteme. Por favor. Sólo miénteme. Un minuto.
- ¿Vas a morderme?
- No, nena, voy a devorarte

lunes, 16 de agosto de 2010

No sé qué es lo que hago mal,
ni tampoco cómo hacerlo bien...

sábado, 14 de agosto de 2010

No sé cuanto tiempo seré capaz de mentirme a mi misma. Quien sabe cuánto puede aguantar un cerebro dormido. Puede...
Esa sensación de que cuánto más claras tienes las cosas, más revuelto queda todo...

viernes, 13 de agosto de 2010

¿Crees en la mala suerte?

jueves, 12 de agosto de 2010

Déjate de sonrisas falsas, busca dentro de ti y sonrie de verdad.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Tiempo atrás descubrí que la vida no sería siempre de color rosa. Entendí que paso a paso, cada uno de los colores representaría el momento que estaba viviendo.

Quizá me creí que el rosa sería el que predominaría. Únicamente esperaba que no fuera el negro el que me persiguiría un día tras otro. Igual me acosara la gama de grises. Entonces, no llegaría a sufrir de verdad. Rozaría la locura alguna vez. O sentiría pequeñas grietas en mi corazón.

Sólo se que para mí el silencio es negro. Que duelen las palabras que se quedan en la garganta sin poder salir. Puede que un día el silencio pueda desaparecer y el naranja vuelva a brillar con otro amanecer.
- Tienes mala cara hoy.
- No duermo muy bien últimamente...
- ¿Tienes pesadillas?
- Ojalá... Tengo sueños...

martes, 10 de agosto de 2010

It's hard to get by just upon a smile...

Now that I´ve lost everything to you
You say yoy wanna start something new
And it´s breakin' my heart you´re leavin'
Baby, I'm greaving

But if you wanna leave, take good care
I hope you have a lot of nice things to wear
But then a lot of nice things turn bad out there

Oh, baby, baby, it's a wild world
It's hard toget by just upon a smile
Oh, baby, baby, it's a wild world
I'll always remember you like a child, girl

You know I've seen a los of what the world can do
And it's breaking my heart in two
Because I never wanna see you sad girl
Don't be a bad girl

But if you wanna leave, take good care
I hope you make a lot of nice friends out there
But just remember there's a lot of bad and beware

lunes, 9 de agosto de 2010

Deseando soñar

Quisiera pensar que mi vida la organizo yo. Que lo que pasa en ella, es lo que yo quiero que pase. Que cada paso que doy me lleva al lugar al que quiero llegar. Pero sigo sin encontrar la dirección. Se supone que mis pies me llevan hacia la izquierda, pero cada vez me tuerzo más a la derecha. Quizá un giro de 180 grados me ayude a llegar al final. Quizá siguiendo el camino que ahora recorro, este torcerá hacia el lugar con el que sueño. Puede que cierto día, despierte y esté viviendo mi sueño. Puede que despierte y esté lejos de las pesadillas. Pero la posibilidad que más peso tiene en este momento, es que estoy despierta. Despierta, con los ojos bien abiertos, deseando dormir. Deseando soñar.

domingo, 8 de agosto de 2010

Sólo queda frotar la lámpara y esperar a que aparezca el genio.

sábado, 7 de agosto de 2010

- Creo que te has vuelto loca.
- ¿Sabes? Yo pienso lo mismo...

viernes, 6 de agosto de 2010

- Me pica la nariz. Tírate del pelo.
- ¿Qué dices?
- Nada. Olvidalo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Sigo así

Sigo mirando el movil cada minuto... solo por si me has llamado.
Sigo actualizando la página compulsivamente... solo por si aparece un privado tuyo.
Sigo enganchada al ordenador aún muerta de sueño... solo por si te conectas.
Sigo gastando cada minuto libre en pensar en ti... pensando en lo que fue, lo que es, lo que podría ser...
Sigo imaginando... imaginando que todo va mejor.
Sigo inventando cosas en la cabeza... solo porque pensar en ti, conmigo, me hace feliz.
Sigo sin entender muchas cosas... y sigues sin entenderme a mi.
Sigo durmiendo abrazada a tu peluche... imaginando que estás allí.
Sigo sintiendome perdida sin ti...
Sigo sin saber qué hacer...
Sigo sin saber qué decir...
Escogió un bolígrafo rojo. Rojo sangre. Rojo pasión. Rojo carmesí. Qué importaba, rojo al fin y al cabo. Se sentó en la mesa a escribir. Cosas tristes, siempre cosas tristes. Se preguntó si escribía cosas tristes porque su vida era triste o su vida era triste porque escribía cosas tristes. No le importaba la respuesta, era así y punto. ¿Qué pensarían los demás de su tristeza? Ciertamente, eso tampoco le quitaba el sueño. Excepto su madre. Su madre que ya no le quitaba el ojo de encima, por si las cosa llegaban al punto en el que tenía que intervenir. Su madre, que nunca había tenido que preocuparse por ella, la más fuerte de sus hijas, la que jamás necesitó su apoyo. Tampoco ahora lo necesitaba. Rectificó en su cabeza, no lo quería. Prefería fingir. ¿Todo va bien? Todo perfecto mamá, aleja esos ojos preocupados de mí si no quieres que rompa a llorar. ¿Abrazos? Ni loca, me vas a desarmar. ¿Me quieres? Claro que te quiero mamá, pero sabes que siempre me costó decirlo en voz alta.

No era frágil, pero se sentía frágil. No buscaba apoyo, pero sabía que lo necesitaba. Ella siempre afronta las situaciones, aunque sólo deseaba escapar. Tal vez un día lo hiciera. Escapar de todo. Nueva ciudad, nuevo trabajo, nuevas personas. Nueva vida. Pero no es de las que escapan. Ella es de las que se quedan, lo encierran todo en un lugar de su corazón. Ese lugar que duele cuando llora. Ese que últimamente duele demasiado a menudo.

Sí, su vida era triste. Sí, seguiría escribiendo cosas tristes. Y sí, se levantaría como cada mañana, con el sol.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Ese es problema...

La playa

Es como las olas del mar. Llegan y llegan a la orilla. Unas veces llegan más lejos, otras la marea esta baja y apenas invaden la playa. Pero luego llegan esos días, en los que el viento sopla fuerte, el mar anda revuelto, y aunque la playa no tiene la culpa, recibe una y otra vez el golpe de ese mar, que barre cada granito de arena arrastrándolo con él, dejando la playa poco a poco vacía. Pero ten fe, playa, siempre hay alguien que se esfuerza por recuperarte, aunque tenga que dar miles de viajes con los bolsillos llenos, para que recuperes cada pequeño grano que el mar te ha hecho perder. Y seguirás siendo tan bella como siempre.

martes, 3 de agosto de 2010

A veces pienso que tengo una vena masoquista. Sé que va a doler, pero sigo haciendolo una y otra vez.
- Lo siento...
- ¿Por qué?
- Porque ahora sé lo que se siente...

lunes, 2 de agosto de 2010

- Tienes un problema.
- ¿Qué problema?
- Nunca dices lo que tienes en la cabeza.
- ¿Y si no tengo nada?
- Es imposible no tener nada.
- No lo es, si te esfuerzas, y no hay ningún pesado intentando saber qué es lo que estás pensando.
- ¿Gano puntos?
- ¿Qué? - preguntó ella totalmente confusa.
- Por hacerte sonreir... - se explicó él, aunque la confusión de ella no desapareció.
- ¿Puntos, para qué? - no llegaba a comprender.
- Para que me quieras otra vez - contestó él, como en broma, quitándole el peso a las palabras. Ella optó por la misma salida.
- Así que todo se trata de un plan para engatusarme... - bromeó, sin terminar de sentirse cómoda con esa conversación.
- Está claro, ¿no te habías dado cuenta?
- Siempre he sido muy distraida, ya lo sabes... - ella escurrió el bulto, lo único que podía hacer.
- Entonces, ¿qué? - él insistió, siempre insistía.
- ¿Qué? - ella sabía que su intento de evitar el tema no daría resultado.
- ¿Cuál es mi puntuación?
Ella se puso más seria, y su sonrisa volvió a desaparecer.
- Yo...
- Acabo de perder puntos de nuevo... - él sabía que había estropeado el momento, e intentaba arreglarlo.
Ella inspiró para después soltar un suspiro.
- No sé qué es lo que pretendes sacar de esto - el tono ligero de la conversación había desaparecido.
- Olvidalo. Sólo somos dos amigos tomando algo - él siempre quitándole hierro al asunt.
- No sé si amigos es la mejor palabra para definir esto - ella era sincera. Demasiado sincera, a juzgar por la reacción de él.
- Si no quieres estar aquí, puedes marcharte - parecía enfadado, pero a ella no la engañaba, podía sentir su dolor.
- No es eso - ahora le tocaba a ella intentar arreglarlo - Sólo que... no buscamos lo mismo.
- Yo solo busco una amiga.
- Recuerdo la última vez que intentemos ser amigos.
- Esta vez es distinto - su voz seguía sonando seria y ella no lo aguantaba.
- ¿Por qué esta vez es distinto? - ella se había exaltado, no podía controlar los nervios.
Él bajó la cabeza.
- Has cambiado... - su voz apenas se oyó.
Esas palabras la sacaron de quicio.
- Y dale... ¿Y si no he cambiado? ¿Y si sigo siendo la misma idiota que sólo sabe acer daño a la gente? - Así era como se sentía.
- Tú no le haces daño a nadie. Ya soy mayorcito.
A ella no le gustaba dónde había terminado la conversación, no le gustaba salir de coraza.
- Vale - sólo contestó eso.
Él suspiró, la conocía bien, sabía que ella había vuelto a cerrar la puerta.
- Siento haber sacado el tema - se disculpó. Aunque él quería eso, ese era el tema del que quería hablar.
Ella no sabía cómo romper la tensión.
- Aún te quedan muchos puntos... - bromeó, con una sonrisa de disculpa en los labios. él aceptí sus disculpas con la misma sonrisa.
- ¡Soy un campeón! - él se hizo el chulito, ayudando a calmar la situación.
- Que no se te suba a la cabeza...

domingo, 1 de agosto de 2010

Cuentame una historia con final feliz...