lunes, 4 de junio de 2012

Hoy le he hecho el primer rayón al coche (yuhu). Lo que me ha hecho sentirme peor ha sido que podría haberlo evitado perfectamente, pero he pecado de exceso de confianza (lo que me resulta realmente raro). Así que me he enfadado conmigo misma y me he pasado toda la tarde dándole vueltas al tema. Probablemente no vuelva a cometer ese error y aún así no puedo sacármelo de la cabeza. Y todo esto no es nada bueno teniendo en cuenta que mañana tengo dos exámenes y soy completamente incapaz de concentrarme.

Así es como un buen y productivo día se ha ido a la mierda, dejándome claras dos cosas:
1. Que vengan a intentar consolarme cuando estoy agobiada es muy muy mala idea.
2. Por mucho que odies a alguien, puedes necesitarle.

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