viernes, 13 de enero de 2012

Últimamente la luna está bonita casi todas las noches, llueve casi a diario (lo que viene a ser normal aquí) y hace realmente frío. No hay quien se acerque a la playa, si no es con bufanda y manta, pero el mar está increíble, las olas alcanzan varios metros de altura, incluso cuando no lo hacen el mar sigue picado hasta donde alcanza la vista. Tengo los pies fríos, y eso que no estoy descalza. Debería buscar los guantes que tengo escondidos en algún cajón. He conocido a gente que me hace reír y a alguna otra que me saca de quicio por momentos. He desconocido a una sola persona, que hizo que no me conociera a mí misma. Mi madre está obsesionada con la luna y creo que me lo está pegando. Estoy planeando un viaje a Londres que me hace recordar que quiero ir con cierta persona a ver castillos (sí, todavía, aunque haya pasado el tiempo). Mi círculo de amigos ha cambiado, y he tenido la suerte de descubrir que hay amigos de esos de verdad, que aunque no habléis tanto como antes, siguen ahí. También he descubierto que los sentimientos se me escapan de las manos,  por mucho que luche contra ellos. Hoy no se ve la luna, y sigue haciendo frío.

Y a eso me dedico últimamente,
a  nada que tenga sentido
y a subir las visitas del blog de cierta persona desafortunada que se ha encontrado en medio de algo que no es culpa suya.

1 comentario:

  1. Me encanta todo lo que dices en tus dos últimos textos. Yo también pasé la vida viviendo en mi mundo de cuento de hadas. Y sobre lo dfe la luna, no te preocupes. A mí me encanta el cielo a todas hoas y de todos los colores. No es nada raro admirar semejantes bellezas ;)
    Un beso y te espero en Speak Now.
    PD. Tienes talento chica ;)

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