jueves, 10 de abril de 2014

Han pasado 372 horas desde la última vez que me hiciste sonreír. Hasta anoche, una noche que se me fue de las manos por tu culpa, que llegaste montado en tu moto y me hiciste creer que esa noche iría cuesta abajo, porque la distancia se notaba entre nosotros, lo noté yo, lo notaste tú y lo notaron todos. Quizás debo agradecerle al alcohol que nos empujara a hablar, a decirte de una vez lo que pensaba, lo que sentía, lo que me hacías con tus ausencias. Puede que no sirva de nada, que se quede en una conversación bañada en cerveza a las 5:53 de un jueves por la mañana, pero esa conversación me hizo sonreír de nuevo y, espero que esta vez no tengan que pasar tantas horas hasta que llegue la próxima sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas al aire