Hace mucho que nadie me acompañaba a casa, y sólo con eso, me haces sonreir. Que sí, que sé que es una tontería, que te pilla prácticamente de camino y que es un gesto sin mayor importancia.
Pero los dos sabemos que tú ya no vuelves a casa con tus amigos ni yo con las mías, para que podamos volver juntos.
Que a pesar del frio y de lo inevitable que te resulta ponerte a temblar, no te importa quedarte hasta que amanece hablando conmigo de todo y de nada.
Porque tú y yo tenemos claro que esa sonrisa de despedida significa mucho más de lo que el mundo se cree.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sonrisas al aire