lunes, 29 de octubre de 2012

Oscureces el mundo a tu paso, el frío se ha instalado aquí desde que te marchaste. Yo era la tormenta, pero tú... tú eres el viento que se te cuela dentro, el que apaga las velas que iluminaban todo aquello que yo había dejado a oscuras. Nos movíamos juntos, arrasando con todo a nuestro paso, porque nada podía con nosotros. Éramos invencibles.

Pero nadie me contó que el viento era demasiado voluble, que cada día sopla en una dirección. Y así, poco a poco, se fueron debilitando mis rayos. Acabé convertida en esta tormenta de verano, que para el tiempo durante un instante, para desaparecer sin dejar más que una fina capa de lluvia bañando cada rincón de la ciudad, que poco a poco se calienta con el calor de otro sol, que consigue que pronto no quede ningún rastro de mí.

Me has hecho desaparecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas al aire