domingo, 28 de octubre de 2012

Te agarras a algo que sentiste hace mucho, y cada vez que no puedes más, echas la mirada atrás. Te aferras, a algo que ya no existe, pero que en su momento fue genial. Aunque acabara tan mal que a día de hoy, ni siquiera seas capaz de hablar de ello. Aunque fuera una realidad escondida en un montón de barreras creadas para evitar el ataque.

Te echas a dormir y sueñas, con ella. Y al despertar...sigues soñando, imaginando mil historias que conseguirían hacerte sonreír. Porque, ¿para qué despertar? Si aquí fuera ya no queda nada. Si nadie ha conseguido hacerte sentir eso otra vez. Y, ¿por qué no decirlo? Nadie te ha hecho hacer lo que hiciera falta para conseguir que no se fuera, aunque supieras que estaba mal.

Porque ya no queda nada a lo que quiera aferrarme.
Porque fuiste la barra ardiendo que nunca quise soltar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas al aire