Te echas a dormir y sueñas, con ella. Y al despertar...sigues soñando, imaginando mil historias que conseguirían hacerte sonreír. Porque, ¿para qué despertar? Si aquí fuera ya no queda nada. Si nadie ha conseguido hacerte sentir eso otra vez. Y, ¿por qué no decirlo? Nadie te ha hecho hacer lo que hiciera falta para conseguir que no se fuera, aunque supieras que estaba mal.
Porque ya no queda nada a lo que quiera aferrarme.
Porque fuiste la barra ardiendo que nunca quise soltar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sonrisas al aire