Me hacía falta una estúpida revelación para reconocer que se
acabó, tú tienes el poder y yo ya sólo puedo dejarme llevar a donde tú me
mandes. Vivía valiente, creyéndome que daba igual, que, por mucho que hubiera
sentido en el pasado, mi fuerza de voluntad sería más fuerte. Pero ya ves, he
caído hasta el fondo en la mentira, sólo necesitaba una noche de alcohol y
defensas bajas para aceptarlo. Que por muy lejos que te mantenga, te quiero
cerca; que por mucho que te ignore, me muero por saber de ti; que siempre hago
como que lo he pasado por alto, pero la punzada de celos está ahí; que te echo
de menos…
….que por
mucho que te diga que no te quiero
puede que
no sea cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sonrisas al aire