No aprendo, no sé diferenciar entre lo que es bueno o malo
para mí. Que todo lo que parece bueno termina siendo malo, y lo que parece
malo… bueno, eso sigue siendo malo.
No soy capaz de mantenerme firme. A cabezota no me gana
nadie, si pienso una cosa no podrás hacerme cambiar de opinión, pero si que
conseguirás que me guarde lo que pienso y haga como si no importara. Demasiadas
veces he convertido un no en un sí, sabiendo que estaba mal.
Me parece estúpido luchar cuando sabes que no se pueden
cambiar las cosas. Así que, aquí estoy, dejándome llevar, convertida en una
zombie más, que no piensa, no siente, sólo camina por la vida buscando algo que
le quite el hambre. A la espera de que llegue el tiro mortal, justo en el
centro de la cabeza.
Apunta bien.
No es rencor,
es sentido común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sonrisas al aire