lunes, 3 de febrero de 2014

Se me ha roto Twitter. Metafóricamente, claro. Porque ya no puedo escribir allí lo que me da la gana ahora que gracias a un descuido mi motorista fantasma ha encontrado mi fuente de liberación de pensamientos. Después de recorrer los últimos tweets creo que no he salido tan mal parada, pero a partir de ahora ya no será lo mismo, porque no puedo decir todo lo que me apetece y menos si es sobre él. Así que ya está, me lo han roto, y sólo me queda este pequeño remanso de paz para expresarme sin ojos que me observen. Y tendré que guardarlo con cuidado, para que no me lo rompan también.

Las consecuencias serían peores,
para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas al aire