Eres como esa tortura china en la que dejan caer una gota
una y otra vez sobre la frente del pobre torturado. Cada día me das un poco,
algo casi imperceptible, y me creo que no es nada, que soy capaz de soportarlo
perfectamente. Pero vas dejando marca, me vas desgastando gota a gota. Tú nunca
te cansas, porque el esfuerzo que haces es pequeño, pero constante, pero yo... tarde
temprano acabaré sucumbiendo y confesaré.
Se me olvida que no estoy encadenada
Hola:)
ResponderEliminarSiempre me encantan tus textos porque tienen misterio y cada uno puede imaginarse lo que quiera con ellos. A mí siempre se me viene a la cabeza mi "él" cuando leo textos de amor, por ejemplo.
Aceptarías un consejo? Si decorases el fondo y lo pusieras mucho más, apetecible, quizás tu blog llegaría a ser de los mejores, porque escribes muy bien.
Un beso y no te enfades, buena onda ¿sí?